A la espera del nuevo IPC, en junio “la inflación de los trabajadores” fue del 3,3%

A la espera del nuevo IPC, en junio “la inflación de los trabajadores” fue del 3,3%

El Indec dará a conocer el IPC de junio pero ayer se informó la denominada “inflación de trabajadores” de ese mes que arrojó un 3,3% de aumento –con comunicaciones y alimentos como los rubros más afectados- pero que se desaceleró respecto a mayo (-0,4%) y abril (0,8%) pasado.

Se trata de la medición mensual que lleva adelante el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), dependiente de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET). Este centro de estudios era dirigido hasta diciembre de 2019 por el actual ministro de Educación, Nicolás Trotta, y tiene vínculo directo con el sindicalista de SUTERH y amigo presidencial, Víctor Santa María, que ayer estuvo en Casa Rosada en el marco de las negociaciones por el cierre de listas en Capital Federal.

Aunque el registro va en línea con el discurso oficial de una paulatina declinación de la suba de precios, el fenómeno aún permanece en una meseta alta. Incluso el estudio sostiene que la inflación interanual –junio de 2020 contra junio de 2021- “volvió a acelerarse y superar el 50% (50,3%). La razón de ello tiene que ver con que salen del cómputo meses de inflación moderada (como abril, mayo y junio de 2020) e ingresan meses en donde la inflación fue bastante más elevada”.

A horas de que el Indec confirme el dato oficial de la evolución de precios, las principales consultoras también difundieron sus pronósticos: esperan una inflación que oscilaría entre el 3% y 3,6%, motorizada mayormente por la suba en alimentos, y estiman que no cederá al menos hasta entrado el último trimestre. Las subas en la comida han disparado distintos acuerdos de precios –el último impone el valor fijo en el etiquetado de unos 70 productos hasta fin de año- pero para los especialistas las inconsistencias en la política económica continúan generando subas de precios. El cierre parcial de las exportaciones de carnes tampoco ha logrado reducir sustancialmente el valor de los cortes en los mostradores; sí ha tenido relativo éxito el plan de cortes a precios populares que se distribuyen en supermercados y grandes cadenas.

Volviendo al trabajo del IET, relevó que el rubro Comunicaciones fue el que registró el mayor incremento en junio, con un 7,1%. Se explica por alzas del 8,2% en telefonía celular y del 6,1% en internet. Sorprendió que el segundo lugar lo ocupen Recreación y cultura, con un 5,4% de incremento, por la suba de paquetes turísticos tanto al exterior como de cabotaje (39,7% y 41,8%) en la previa de las vacaciones de invierno y tras el relajamiento de las restricciones de mayo. Es que la demanda en esta actividad aún se encuentra baja.

“Alimentos y bebidas volvió a subir por encima de la media en junio (3,5%). Explicado por el fin del programa Precios Máximos anunciado el 8 de junio, que será reemplazado por la canasta “Súper cerca” (que incluye 70 productos con precios impresos en el envase, orientados mayormente a comercios de proximidad)”, remarcó el informe que arguyó que la suspensión del toañadiope de precios a nivel mayorista desencadenó subas de precios en rubros alimenticios que habían tenido relativamente pocos aumentos desde el inicio de la pandemia, como lácteos e infusiones (que subieron por encima del 6% en junio). “Las carnes treparon 4,5% en junio, y a pesar del cierre de exportaciones por 30 días iniciado a fines de mayo. En tanto, las frutas y verduras permitieron descomprimir el índice, con bajas respectivas del 4,5% y el 5,6% por motivos estacionales”, añadió el trabajo de la UMET.

Los aumentos en la carne coincidían con lo relevado por las consultoras privadas. En los hechos, demostraría la ineficacia de la medida del Ejecutivo que desencadenó un conflicto con el campo que tuvo su mayor manifestación con la movilización del último viernes en San Nicolás.

Por Emiliano Russo, columnista de Mundo Gremial.

 

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