La decisión del Gobierno de avanzar con un plan de recupero de clases en unas 2 mil escuelas bonaerenses, afectadas por más de diez días de paros, generó un fuerte malestar en la comunidad educativa y fundamentalmente en los gremios, que ya preparan la resistencia.

El rechazo es contra la resolución 1.131/17, que obliga a docentes de unos dos mil establecimientos a dictar clases durante la primera semana del receso. El Gobierno estableció escalas de recupero y tomó esa medida para las escuelas -mayormente de primaria e inicial- que perdieron más de diez días de clases por los paros.

Ayer, el Frente de Unidad -que conforman SUTEBA, FEB, UDOCBA, UDA, AMET, SADOP- acudió a la justicia para impugnar la medida, habida cuenta de que la consideran “ilegítima y compulsiva”. A la par, avanzaron por la vía administrativa, con presentaciones en las jefaturas distritales.

El rechazo es contra la resolución 1.131/17, que obliga a docentes de unos dos mil establecimientos a dictar clases durante la primera semana del receso. El Gobierno estableció escalas de recupero y tomó esa medida para las escuelas -mayormente de primaria e inicial- que perdieron más de diez días de clases por los paros.

En paralelo, se viene dando a conocer una modalidad de protestas en las Jefaturas Distritales de Escobar, La Matanza, Tigre, Avellaneda, Tandil y Mar del Plata, basadas en la “permanencia” de docentes en las instalaciones que, temen, se puedan convertir en “tomas”.

El Gobierno mantiene así abierto un foco de conflicto con los gremios luego de la resolución de la discusión salarial. Claro que esta vez serán las nevas autoridades quienes deban manejarlo, habida cuenta de que Alejandro Finocchiaro, actual Director General de Cultura y Educación, dejará el cargo para desembarcar en el Ministerio de Educación de la Nación.

Su reemplazo, Gabriel Sánchez Zinny, busca acuerdo en el senado para su designación. Hoy podría conseguirlo. De avanzar en ese aspecto, se espera que asuma el cargo el próximo lunes.