Por la inflación de las alimenticias, la pobreza será mayor al 2020

Por la inflación de las alimenticias, la pobreza será mayor al 2020

El INDEC registró que la pobreza de 2021 supera la cifra del primer trimestre del 2020 debido a la inflación provocada por las alimenticias, que comenzaron a impactar en la canasta básica alimentaria, y movilizaron más argentinos a no acceder a los consumos básicos.

Finalmente el INDEC dio a conocer lo que desde varios medios se viene advirtiendo sobre las subas constantes sin pausa de los precios de los productos alimenticios y es la suba de la pobreza generalizada en el país.

Es que según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, dados a conocer el miércoles la pobreza del 2021 ya es mayor a la del primer trimestre del 2020, por la enorme cantidad de familias que no pueden acceder a los productos de primera necesidad, en un mes.

Esa medición es realizada de acuerdo con los datos de la canasta básica alimentaria y la canasta básica total, que durante el último año se vio incrementada por los constantes aumentos de precios y la inflación generada por las alimenticias.

Es más, para marzo, las consultoras destacaron que los productos alimenticios volvieron a subir por encima del promedio inflacionario del mes, haciendo que las alimenticias lideren la suba de los últimos 30 días, una vez más.

Las alimenticias, responsables de más pobreza

El Indec dio a conocer el informe sobre la situación en la segunda mitad del año pasado respecto a la inflación, y remarcó que el aumento de bienes y servicios (sobre todo los alimentos) y la baja en los salarios reales dieron un resultado más alto que el informe anterior.

Así los índices de pobreza e indigencia del segundo semestre de 2020 resultaron ser más altos que los concluídos el año anterior, en el que se marcó una cifra cercana al 40,9%. Claro que allí deben tenerse en cuenta los registros de un año de pandemia.

Así, la previsión es que esos números ya son mayores a los de la primera mitad del año anterior, en un cuadro agravado por la persistencia de la pandemia, la caída de los salarios reales y la persistencia de la inflación generada por las alimenticias.

Los datos duros de la realidad

De acuerdo a los datos oficiales, en el primer semestre del año pasado la pobreza alcanzaba al 40,9% de la población. El cálculo fue realizado en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).

Es que los ingresos declarados por las personas encuestadas se cruzan con el costo de un conjunto de bienes y servicios considerados indispensables para cubrir las necesidades de cada familia (la llamada Canasta Básica Total o CBT).

Y, cuando un hogar no cuenta con ingresos suficientes para absorber ese costo, se considera que todos quienes viven en él son pobres. Esta situación se vio agravada por el aumento del costo de la canasta básica alimentaria.

Las variables de la pobreza

En los últimos meses, las dos variables se conjugaron para que el índice de pobreza aumente. El valor de la Canasta Básica Total viene subiendo a pasos agigantados con un crecimiento del 39,1% en 2020.

Así, la suba fue de seis puntos más que los salarios (33%) e incluso subió por encima del promedio general de inflación (36,1%), lo que explica que cada vez más sectores queden imposibilitados de hacer frente a sus necesidades.

Lo mismo ocurre con la indigencia, en la que se comparan los ingresos con una Canasta Básica Alimentaria (CBA). El costo de esta última creció 45,5%, lo que se explica por el aumento en el precio de alimentos y bebidas (rubro que subió 42,1%, según el Indec).

Este fue muy superior al promedio de los demás bienes. En el primer semestre de 2020, el 10,5% de la población era indigente, algo de lo cual las empresas alimenticias se encargaron de quitarse las responsabilidades asegurando que no son responsables de la inflación.

El dato, mata al discurso patronal

La Encuesta Permanente de Hogares, que se utiliza como base para este cálculo estadístico, se realiza en 31 grandes centros y aglomerados urbanos. Si se proyectaran sus datos de manera uniforme, podría asumirse que más de 19 millones de argentinos son pobres.

Pero, además, casi cinco millones son indigentes. Esa realidad social del país es la que subyace en el informe que se actualizó el miércoles y del cual las empresas de alimentos y bebidas, a través de la COPAL, se encargaron de negar.

Es que el titular de la COPAL, Daniel Funes de Rioja, vice de la Unión Industrial Argentina, salió a defender durante todo el 2020 a las gigantes del sector, como Arcor, Molinos, Mondelez y Mastellone, por las subas de precios.

Es más, justificó el modus operandi de la patronal alimenticia que traslada el costo en dólares de sus productos a los precios, y equipara los valores de venta en el país con los de los productos que venden en el exterior.

Victimización patronal y salida con la Ley de Góndolas

La semana anterior las empresas de alimentos y bebidas reclamaron al Gobierno medidas estructurales frente a la “difícil” situación que está atravesando la industria y advirtieron sobre “las consecuencias” de extender los congelamientos de precios vigentes.

A través de un comunicado, la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios de Argentina (Copal) manifestó que hace casi un año que el sector está afectado por el “estricto congelamiento” de precios.

La acción de las alimenticias alertó al Ejecutivo que ve una acción deliberada por parte de la patronal del sector para seguir avanzando con la suba indiscriminada de precios haciendo que impacte en la canasta básica alimentaria, una vez más.

Por ello el objetivo de la gestión de Alberto Fernández es que se acelere el trámite de implementación de la Ley de Góndolas, para tener una herramienta con la cual batallar contra la monopolización y la cartelización del sector.

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