Enrique Catani, juez de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, explicó que no existen estudios serios que indiquen que Argentina tenga una proporción de juicios laborales superior a la de países comparables o incluso a naciones del primer mundo.

El magistrado precisó que, aunque alrededor de la mitad de los trabajadores en relación de dependencia desempeñan sus tareas en la informalidad, lo que podría pensarse como un incentivo para litigar, los números no muestran esa tendencia. “Probablemente la informalidad, al igual que el desempleo, funcionan como grandes disciplinadores”, sostuvo.

Catani remarcó que los datos desmienten la idea de que el país esté saturado de juicios laborales y advirtió que la narrativa de la “industria del juicio” no se sostiene frente a la realidad estadística, mostrando que la situación en Argentina es comparable a la de otros países desarrollados y emergentes.