El jefe de Obras Sanitarias José Luis Lingeri presionó al Gobierno con un pedido de 24% en paritarias, tras conocer que Mauricio Macri evalúa echar a su protegido Luis Scervino de la Superintendencia de Servicios de Salud, en represalia por la marcha sindical.

Como adelantó LPO, la carta de correr a Scervino sería la próxima embestida contra la CGT. La primera fue el allanamiento a Barrionuevo.

La SSS tiene un jugoso presupuesto de 7 millones de pesos y controla los fondos de las obras sociales.

Lingeri no se quedó quieto: anticipó que no respetará el techo de 18% que Macri exige para las paritarias, temeroso que se le dispare la inflación.

"Las paritarias tienen que ser libres y calculo que se van a discutir este año en un 21-24%", sostuvo. Además de ser otro caso testigo de un cierre superior al techo del Gobierno (el primero fue el de los Bancarios), el reto a Macri es mayor porque el Estado paga los sueldos de sus afiliados, empleados de la empresa estatal Aguas y Saneamientos (Aysa).

"Ojalá la inflación baje porque es un flagelo. Ya los dos índices de enero y febrero están marcando que no se llega a ese 17% que dicen. Ojalá se pueda controlar la inflación y eso va a permitir que moderemos la expectativa desde el punto el vista salarial", apaciguó Lingeri, en una entrevista con el diario Perfil.

El histórico sindicalista ratificó que se sumará al paro que el jueves definiría el Consejo Directivo de la CGT. "Soy parte de un cuerpo colegiado y acataré lo que disponga la mayoría", aclaró. Macri tiene definido cómo acorralarlo.