El mes que terminó fue crítico para el empleo, la industria y el comercio en la provincia y Chascomús es una de las muestras Sólo en mayo, Chascomús sufrió un cimbronazo en dos empresas, bastiones de la economía local: la metalúrgica Emepa, dedicada a la producción ferroviaria, despidió a 80 empleados, y la planta de aguas Villa del Sur dejó sin trabajo a 34 personas, mientras que el resto de los trabajadores tuvieron que tomar vacaciones forzadas.
A este panorama, se suman los 62 despidos de la fábrica tecnológica Unitec Blue en abril pasado. “Mayo fue terrible, 80 trabajadores quedaron en la calle de un saque en Emepa, lo que implican unos 2 millones de pesos en salarios que dejan de circular por la calle e impactan en el comercio”, señaló a DIB el intendente Javier Gastón. “Pero los despidos por goteo suman unos 400 y vienen desde hace dos años, mientras cada vez más empresas reducen turnos”, agregó. El jefe comunal sostuvo que los nuevos despidos fueron un “mazazo” para la ciudad y lamentó que por esta situación crece la competencia en el trabajo informal, un mercado muy precarizado. En ese sentido, recordó el caso de Texes, una tradicional textil local que bajó las persianas el año pasado y dejó sin trabajo a 140 personas.
Es que la industria textil y de calzados, son los rubros más afectados por la crisis, de acuerdo al diagnóstico del presidente de la Asociación de Industriales bonaerenses, Silvio Zurzolo. “Estamos preocupados, la industria pyme bonaerense está muy mal, sobre todo en el interior. Llevamos varias propuestas a la gobernadora (María Eugenia Vidal), el diálogo es bueno, pero las diferencias son muy grandes y vemos difícil la posibilidad de una solución”, dijo a DIB.
Según los industriales, son varios los factores que contribuyeron a la crisis actual: la apertura de las importaciones, la caída del consumo, los aumentos de las tarifas y de los costos de logística, los altos impuestos y los juicios laborales. “El 45% del costo de un producto se va en impuestos”, indicó Zurzolo.
En Chivilcoy, en tanto, la empresa de capitales brasileños Paquetá abrió un plan de retiros voluntarios en su fábrica de calzados para reconocidas marcas como Adidas y los operarios temen que avancen con los despidos si no aceptan la propuesta. Si bien la compañía aún no lo confirmó, el objetivo sería reducir la planta a la mitad, según voceros de la Mesa de Unidad Sindical local. Tras su apertura en 2006, la empresa supo tener 900 operarios pero en los últimos dos años redujo la plantilla y ahora el objetivo sería que queden sólo nueve líneas de producción.
En Mercedes, el impacto fue grande con el cierre de la textil Karavell, que dejó a 65 personas sin empleo. La fábrica se dedicaba a la producción de alfombras, un rubro especialmente afectado por el ingreso de importaciones provenientes de China. Fuentes sindicales señalaron que la empresa presentó un recurso preventivo de crisis a partir del cual pretende pagar el 50% de la indemnización que les corresponde a los trabajadores. Lo mismo sucedió en Chacabuco: en mayo dos empresas bajaron las persianas, una de las cuales pretende abonar el 50% de las indemnizaciones, mientras preocupa el inminente cierre de Maitén, una tradicional panificadora local que emplea a 18 personas. Al cierre de la molinera Cuesta Colorada se sumó el de la estación de servicio Petro Nort, con más de 50 años en la ciudad y una decena de despidos en el obrador de la Ruta 7.
La fábrica de motocicletas Motomel dejó en la calle en mayo a más de 130 trabajadores, casi la mitad del total de los operarios que trabajan en su planta ubicada en La Emilia, en San Nicolás. La empresa decidió no renovar el contrato de 130 trabajadores “a raíz de la caída en las ventas que hubo en los últimos tiempos”.
Mientras tanto, 20 trabajadores de la fábrica de electrodomésticos Newsan, que produce las marcas Atma, Noblex, Sanyo, Siam, Philco, entre otras, fueron despedidos de la planta ubicada en Campana a mediados del mes pasado. Paradójicamente, las desvinculaciones se produjeron al día siguiente de la visita a la planta del ministro de Producción, Javier Tizado.
La planta frigorífica Del Carmen, de la ciudad bonaerense de Carmen de Areco, cerró sus puertas y dejó un saldo de 30 empleados en la calle, que pidieron intervención de autoridades políticas para revertir la situación. Mientras tanto, la cadena de electrodomésticos Musimundo ya cerró siete de las más de 20 sucursales que tiene en el interior de la provincia. Bajó las persianas en Tandil, Trenque Lauquen, Saladillo, Mercedes, Bragado, Chivilcoy y Pehuajó, y en total unos 50 trabajadores quedaron en la calle.
Si bien la situación se complejizó este último mes en el interior, la crisis se sintió también en distritos del conurbano, como el caso de Quilmes, donde la fábrica de vidrios Cattorini comenzó un plan de despidos, que incluye a unos 100 trabajadores.
En Pilar, la fábrica Riera despidió a 17 trabajadores a fines de mayo, pero la medida quedará en stand by durante quince días luego de que el Ministerio de Trabajo dictara la conciliación obligatoria. Igual que EMEPA en Chascomús.
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