“Las mujeres bananeras tienen que empoderarse”

“Las mujeres bananeras tienen que empoderarse”

Es abogada, vive desde siempre en el municipio de Apartadó, en Urabá, y hoy se desempeña como directora territorial de la Oficina Especial de Urabá del Ministerio de Trabajo y acompaña los procesos del sindicato Sintrainagro.

-Eres una conocedora de la historia de este sindicato…

-Sí, nací, crecí y me formé profesionalmente en Urabá y conozco de cerca la experiencia de esta organización y de las personas resilientes de esta región.

-Estamos en una nueva jornada con mujeres bananeras, con las que el sindicato está trabajando hace muchos años. Hay mucho por hacer, ¿verdad?

-Sí, claramente. Sintrainagro está haciendo un gran trabajo, fomentando la acción de la mujer, tratando de empoderarla en todos los escenarios, apuntando a que la institucionalidad, el empresariado, la sociedad toda, le reconozcan ese liderazgo.

Bajo el actual gobierno se ha formado un Grupo Élite de Mujeres que intentará nivelar las situaciones laborales en Colombia. Esperamos poder contar en Urabá con algunas inspectoras que hagan el seguimiento a esas situaciones y mejorar los equilibrios y la equidad laboral en el agro.

-En Urabá la violencia contra las mujeres está creciendo, como se ve con los casos de feminicidios. ¿Se puede decir que aquí la pobreza tiene rostro de mujer?

-Sí, aquí a la mujer le tocó asumir el papel de madre y padre durante la época de la violencia en los años 90. Esa generación de mujeres fuertes, trabajadoras, se está retirando y tenemos que formar a las que la siguieron, a las jóvenes, que poco conocen de la historia.

A esta nueva generación de mujeres hay que empoderarlas, enseñarles a acudir a la institucionalidad y sobre todo a reconocerse a sí mismas.

Se nos dice que en Urabá hemos generado entornos de violencia, pero no es así, las mujeres somos víctimas de la violencia.

Tampoco podemos quedarnos en ese papel de víctimas: tenemos que llegar a la institucionalidad, denunciar, informarnos de lo que se está haciendo, por ejemplo de lo que realiza Sintrainagro con estas jornadas.

Hay espacios, escenarios, entidades donde acudir. Eso las mujeres tienen que saberlo, pero sobre todo tienen que levantar la mano y reconocerse que sí pueden.

Articulando capacidades

-¿Hay líneas de trabajo conjuntas entre Sintrainagro y el ministerio en esta región?

-Muy especialmente con las mujeres, con las que trabajan en el agro, en el banano. Ambos queremos que eso no quede solo en una acción. El ministerio busca generar proyectos productivos adicionales a su jornada laboral, para mejorar su calidad de vida, la de ellas y la de sus hijos.

-Deben saber que en esa construcción de sinergias pueden y deben contar con la UITA.

-La UITA ha sido la bandera en todos los escenarios en que Sintrainagro se mueve. Es notoria. Y me alegra que podamos colaborar.

La institucionalidad no es solo el escritorio. Hay que salir al campo, caminar las calles para saber dónde están verdaderamente las necesidades de la gente en cada lugar y que el Estado llegue allí, acompañado de las organizaciones sociales, del sindicato, de ustedes.

No podemos quedarnos quietos ni cansarnos.

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