La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) se convirtió anoche en el mayor sindicato que supera la pauta salarial del Gobierno al pactar un aumento salarial de 18,5% y garantizar un piso de 16.800 pesos en los ingresos de los operarios del rubro, un 25% superior al pactado el año pasado.
La negociación, que incluyó una cláusula de revisión a fin de año, terminó a última hora en términos casi idénticos al que habían pactado de palabra el gremio y las empresas un mes atrás hasta que el Ministerio de Trabajo exigió reformularlo para que no fuese interpretado como un desafío a su tope de 15 por ciento.
En lo formal el entendimiento prevé una suba de 6% por abril y otra de 9% en julio. Pero estipula el pase a remunerativo de $4.000 acordados en la paritaria del año pasado, lo que eleva un promedio de 2,5% la base de cálculo del acuerdo de este año. Al ser acumulativo el 15% con la nueva base el incremento real será de 18,5 por ciento, tal como adelantó hace un mes este diario. Mientras que el salario mínimo garantizado se ubicó sólo 200 pesos por debajo de la pretensión original del gremio.
La firma del convenio se concretó en presencia de la plana mayor de la UOM con Antonio Caló, el secretario general, a la cabeza, y representantes de las cámaras patronales metalúrgicas: Adimra (la de más asociados), Camima (pyme), AFAC (autopartistas), Afarte (terminales electrónicas de Tierra del Fuego), Fedehogar (electrodomésticos) y Caiama (aluminio). Los paritarios de ambas partes debieron suscribir por su cuenta el acuerdo ante la ausencia de un aval final por parte del viceministro de Trabajo, Horacio Pitrau, a los funcionarios a cargo de la audiencia.
El Ejecutivo llegó a convertirse en la principal traba en la discusión: con los términos generales del convenio resueltos de antemano el pedido oficial de maquillar la suba para empardarla con la pauta que se buscó aplicar al grueso de las paritarias extendió cuatro semanas más las discusiones y estuvo a punto de determinar un paro nacional. Sólo la conciliación obligatoria dictada por la cartera laboral la semana pasada frenó esa huelga. Entre tanto, aceiteros cerraron la semana pasada un aumento de 19% y La Bancaria pactó un 15% con agregados que llevan el saldo a 20,6%.
De todos modos, gremialistas y empresarios se retiraron de Trabajo sin la firma de los funcionarios y se prevé que recién el martes que viene las partes volverán a encontrarse para darle un cierre protocolar a la paritaria. Como parte del entendimiento se incorporó una cláusula de revisión que operará a fin de año y en esa instancia el gremio adelantó que buscará sumar un nuevo monto no remunerativo (durante las audiencias reclamó $5.000 por ese concepto) como eventual resguardo contra la inflación.
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