En el contexto de la crisis económica que vive nuestro país, dónde los índices del último mes estimaron un incremento del 6,7% inflacionario, dónde una familia de cuatro integrantes necesita $83.807,29 para superar el umbral de pobreza y con trabajadores de la seguridad privada que perciben ingresos que representan $25.000 menos de los necesarios para cubrir los alimentos mínimos e indispensables, el Bloque Nacional de Seguridad Privada que lideran Leónidas Requelme y Christian López, ante el llamado del gobierno para adelantar las paritarias movilizará hoy a fin de presionar una recomposición salarial que logre compensar la pérdida del poder adquisitivo que los trabajadores de seguridad vienen sufriendo desde el año 2018 hasta la fecha.

Hasta el momento, quien acuerda las paritarias nacionales con CAESI es Ángel García, un histórico dirigente de UPSRA que fuera destituido del cargo en 2016 por denuncias de fraude dentro del gremio e inexplicablemente cuatro años después, repuesto en el cargo por una medida cautelar de la justicia luego de desconocer las elecciones democráticas que consagrarían a Leónidas Requelme como Secretario General de UPSRA.

En este sentido, quien define el futuro económico de los trabajadores es un dirigente que no cuenta con la legitimidad de los mismos, ya que la última elección de la que participó en el sindicato fue en el año 2012, por lo tanto, la movilización de hoy no solo incluirá el pedido de una paritaria digna que ronde el 60% más el pago de una suma de $20.000 de carácter mínimo, permanente y uniforme, si no además que se reconozca al Bloque Nacional de Seguridad Privada como un representante legítimo de los trabajadores e incluya en la mesa paritaria a uno de losarmados sindicales más importante del país como actor de peso dentro de la actividad para discutir los salarios de los trabajadores.

La cámara empresarial se encuentra en proceso de renovación de autoridades. Esperamos que la nueva CAESI, piense en la actividad, no solo en intereses personales. Que actúe responsablemente e implemente medidas que tiendan a auto controlar ciertas prácticas desleales de algunos de sus integrantes como por ejemplo aquellas empresas que cotizan a precios inferiores a los establecidos, que contratan empleados en negro, precarizándolos, como ocurre en los estadios del fútbol argentino, en los country, u ofreciendo custodias VIP clandestinas sin habilitar a los trabajadores, y demás ámbitos. Esperamos que la nueva cámara empresarial  tenga la capacidad de plantear una mesa de discusión amplia con uno de los sectores más representativos de la actividad, que actúe con la seriedad que las circunstancias ameritan y abandonen el circo perverso de dar entidad a personajes que se venden como actores de proyección nacional y sin embargo su ámbito legal se limita a una actuación acotada y provincial.

Esperamos que CAESI le ponga fin a los negocios espurios que realizaron algunos de sus sectores como los acuerdos que se dieron durante la pandemia en el marco del mal aplicado artículo 223 bis que benefició a las empresas a costa de hipotecar las futuras jubilaciones de sus empleados, acuerdos a espaldas de los vigiladores, que vienen dándose entre algunos sectores de la cámara y espacios gremiales ilegítimos que fueron responsables de 40 años de desidia de los trabajadores de la seguridad privada.