Qué pasa con la obra social si se cambia de trabajo: preguntas y respuestas sobre el decreto que limita la posibilidad de elegir

Qué pasa con la obra social si se cambia de trabajo: preguntas y respuestas sobre el decreto que limita la posibilidad de elegir

TN.com.ar dialogó con representantes del sistema de salud privado y de las obras sociales sindicales y reconstruyó todo lo que se conoce hasta ahora sobre el efecto de la medida.

La decisión del Gobierno que limitó la “libertad de opción”, al disponer que aquellos trabajadores que comiencen un nuevo vínculo laboral permanezcan un año en la obra social de la actividad, no solo despertó críticas de “empresarios y libertarios”, tal como las definió la CGT, sino también preocupación entre los trabajadores en relación de dependencia.

Aunque está claro que el mercado laboral no está en su mejor momento -hace una década que no se genera trabajo en el sector privado y en tiempos de pandemia las búsquedas de personal son más bien escasas, el decreto que se conoció esta semana cambia la manera en la que se deberán organizar tanto empresas como trabajadores a la hora iniciar una relación laboral.

TN.com.ar dialogó con representantes del sistema de salud privado y de las obras sociales sindicales, y reconstruyó todo lo que se sabe hasta ahora del efecto de la medida, teniendo en cuenta que aún queda pendiente la reglamentación de la medida. No fue posible obtener aclaraciones al respecto de la Superintendencia de Servicios de Salud, pese a los numerosos intentos de obtener una declaración.

Qué pasa si se cambia de trabajo

El decreto dispone que “los trabajadores y las trabajadoras que inicien una relación laboral deberán permanecer un año en la Obra Social correspondiente a la rama de su actividad antes de poder ejercer el derecho de opción de cambio”.

Para un sector del sistema de salud privado, esto puede ser leído de la siguiente manera: aunque el trabajador cambie de trabajo dentro de su misma actividad, podría tener que permanecer un año en la obra social sindical antes de poder derivar sus aportes a una prepaga.

Sin embargo, desde la CGT indicaron que la persona no debería tener ese inconveniente si derivó siempre aportes a la obra social correspondiente. Por ejemplo, si era de Comercio y siempre los derivó allí. Distinto sería el caso si hay un cambio de actividad. Como allí se trata de obras sociales distintas, habría que esperar un año antes de poder derivar esos aportes a una prepaga o a cualquier otra obra social.

Qué pasa si se cambia de trabajo y se quiere mantener la prepaga a la que se derivaba

Hay dos opciones. La primera es que la empresa contratante se haga cargo de cubrir todo el costo de la prepaga como herramienta de “atracción de talento” (suele ser uno de los grandes beneficios que se mencionan en los departamentos de Recursos Humanos para seducir candidatos). La otra opción es que el trabajador se haga cargo de la cuota por completo, ya que no podrá derivar aportes durante un año.

Para una familia tipo, este costo va desde los $8300 hasta los $24.000, según el sitio Mi Obra Social. En el universo de las prepagas, de 6 millones de afiliados solo un millón y medio paga la cuota completa y no deriva aportes.

Qué pasa con los pacientes con enfermedades preexistentes

En caso de que un trabajador no pueda continuar con su prepaga anterior porque no está dispuesto a hacer frente al costo completo y la empresa a la que se va no lo cubre, la consecuencia lógica es que no se podrá seguir tratando con la misma cartilla que antes.

Pero, además, existe el riesgo de que en ese año que debe permanecer en la obra social de su rama, si contrae algún tipo de problema de salud, cuando quiera reafiliarse a la prepaga tendrá que pagar un valor más caro, algo que no habría ocurrido si la hubiese mantenido al cambiar de empleador.

Qué pasa después del año

El trabajador será “libre” de optar por la Obra Social o prepaga que quiera y derivar sus aportes.

Qué pasa si se cambió de trabajo, pero todavía no se definió en qué obra social inscribirse

La norma aclara que resultará de aplicación a las relaciones laborales que se hubieren iniciado con anterioridad a la entrada en vigencia del presente decreto y no cuenten a dicha fecha con un año de antigüedad. Pero aclara que, “sin perjuicio de ello, en caso de que el trabajador o la trabajadora hubieren hecho uso del derecho de opción en forma previa a la entrada en vigencia del presente, se respetará dicha opción”.

Es decir que si ese trabajador se cambió de trabajo, pero aún no definió si quiere permanecer en la obra social o derivar aportes a una prepaga, deberá cumplir el año que establece el decreto.

Cambia algo para los que ya están afiliados y no se “mudan” de trabajo

No. No obstante, las prepagas están preocupadas por el impacto que esta limitación podría generar en sus finanzas. Ocurre las empresas de salud privada “funciona” si tienen más personas sin enfermedades que con enfermedades. Y, generalmente, en las empresas la mayoría de los trabajadores son más jóvenes, por lo que tienden a ser afiliados con menos incidencia en el gasto de las prestadoras.

Si hay mucho movimiento en el mercado laboral y las personas no pueden quedarse en su prepaga porque no pueden afrontar el valor de la cuota, eso generaría un desfasaje de costos: menos dinero que ingresa para sostener los gastos, por lo que la calidad del servicio podría empeorar, advirtieron desde la industria.

“Es un problema que afecta a la gente y que le pone un condimento más a la problemática que hay con el sistema privado de salud”, en un marco en el que “las prepagas tienen un problema serio de supervivencia”, señaló ayer Claudio Belocopitt, presidente de la Unión Argentina de la Salud (UAS) y titular de Swiss Medical Group, en diálogo con TN.com.ar.

Por qué se tomó la decisión

La decisión del Presidente hizo lugar a un pedido de los sindicatos, que le habían manifestado su preocupación por las dificultades económicas para sostener el sistema de salud en el contacto actual de pandemia.

Justamente, esa ecuación de “buen ratio” entre las personas con menos y más enfermedades es la que le estaba faltando a las Obras Sociales, tal como reconoció el secretario de prensa de la CGT, Jorge Sola, en declaraciones a Radio Gráfica. Aseguró que “los trabajadores más jóvenes, que son los que sostienen el sistema solidario porque son los que menos se enferman, iban a parar a las prepagas”.

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