Por Gerardo Iglesias

Para la Central Unitaria de Trabajadores estos son eventos fundamentalmente de la expresión viva de la democracia sindical y de la vida orgánica de nuestra central.

Cerca de 500 mujeres trabajadoras y de 250 jóvenes trabajadores realizarán deliberaciones sobre su propia problemática. También deberán hacer un recuento de la situación política nacional e internacional y de las perspectivas del movimiento sindical nacional e internacional.

Esperamos que haya la mayor discusión. Sí, en medio de las diferencias, pero guardando la mayor fraternidad posible. Sin lugar a dudas las discusiones y los debates terminan fortaleciendo el espíritu orgánico de la Central y especialmente la democracia sindical.

Venimos de procesos en los cuales se eligieron los comités ejecutivos nacionales y de las diversas subdirectivas. Todos ellos, más todos los sindicatos que hoy se hacen presentes, traerán propuestas con expresiones de sus territorios.

Será una oportunidad para desarrollarlas, discutirlas, debatirlas y obviamente sacar las mejores conclusiones que sirvan en primera instancia a los colectivos de los que estamos hablando, pero en segunda instancia a la CUT en su conjunto, a los trabajadores y a las trabajadoras y a la nación y el pueblo colombiano.

Por primera vez en la historia de la Central celebramos congresos en medio de un gobierno democrático progresista y popular, que tiene en su cabeza al compañero presidente Gustavo Petro.

Eso nos obliga a tener una diferenciación frente a lo que veníamos haciendo. Comparado con lo de hoy, era fácil hacer oposición como hizo la CUT bajo los gobiernos neoliberales, apátridas y proempresariales que tuvimos en los últimos 33 años.

Hoy tenemos un desafío mayor

Los trabajadores y las trabajadoras vinimos al mundo a transformarlo, a cambiarlo, y esa es la responsabilidad que hoy tenemos. Estos congresos tendrán que dar luces a la Central Unitaria de Trabajadores en los procesos de transformación que están teniendo lugar y que debemos empujar.