Perú: El “gen Brahma” de nuevo por Perú

Perú: El “gen Brahma” de nuevo por Perú

Cacería sindical. AmBev nació en 1999 como resultado de la fusión de las brasileñas Brahma y Antarctica, fabricantes de gaseosas y cervezas. “Más que una fusión, se trató de la absorción por parte de Brahma de su antigua competidora que desde hacía tiempo venía experimentando problemas.

Según la experiencia de los sindicatos brasileños, resultaba relativamente fácil negociar con Antarctica, mientras que con Brahma la negociación se convertía en un diálogo frustrante: “no se negaba a negociar, pero nunca resolvía ni cedía nada”, cuentan los dirigentes.

Tras la fusión, AmBev heredó el maligno gen de Brahma que, entre otras cosas, afecta negativamente la política de relaciones laborales” (El “gen Brahama” explica el estilo AmBev. Enildo Iglesias. La Rel 2007).

De compras por el mundo

AmBev continuó su marcha triunfal: adquiriendo empresas, cerrando otras, despidiendo trabajadores, expandiéndose por América Latina, hasta que en 2004 fusiona con la belga Interbrew, dando nacimiento a InBev, una transnacional belga-brasileña.

En 2008, ante la sorpresa de propios y extraños, InBev compra la estadounidense Anhauser-Busch, fabricante de la marca icónica Budweiser, convirtiéndose en la cervecera más grande del mundo y la quinta empresa más grande entre las compañías de productos de consumo.

En 2012, y con viento en la camiseta, la transnacional que a la vez que crecía engrosaba su rotulo, pasándose a denominarse en ese entonces AB InBev (Anheuser-Busch InBev NV/SA), salía de compras por México cosechando para su portafolio de productos a la cervecera Grupo Modelo, fabricante de la marca Corona, fundada en 1926.

En 2015 paga 95.200 millones de euros y compra la británica SABMiller, por entonces la sexta operación más importante de la historia corporativa mundial.

Colesterol maligno

Pasaron 25 años desde la fusión y en la actualidad AB InBev es la principal empresa cervecera del mundo en ingresos y volúmenes, con más de 500 marcas de cerveza.

Contabiliza 260 fábricas de cerveza, más de 13.000 establecimientos propios de venta al público y emplea a 167.000 personas en casi 50 países.

Al tiempo que la transnacional fue engordando desproporcionalmente, fueron creciendo sus niveles de colesterol antisindical.

Desde la semana pasada, en Perú, los funcionarios de Naviera Oriente S.A.C., enpresa perteneciente a AB InBev que opera en Pucallpa e Iquitos, amedrantan sistemáticamente a los trabajadores sindicalizados para que “renuncien voluntariamente”, con el pretexto de que la compañía va a cerrar, que va hacer restructura, que si no aceptan serán despedidos, etc.

El Sindicato de Trabajadores de Transportes y Afines de AB InBev Perú (SITTAABIP), fundado el pasado año, exhorta a sus afiliados a rechazar semejante chantaje y exige que sean respetados el derecho al trabajo y la libertad sindical.

La transnacional, en su declaración de principios, señala: “Somos AB InBev. Uniendo a la gente por un mundo mejor”.

Pero no te afilies a un sindicato, porque te conviertes en persona non grata.

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