¿Quién dijo que todo está perdido?

¿Quién dijo que todo está perdido?

La semana pasada, el Sindicato de Trabajadores de la Industria Cervecera de Panamá (STICP) y la Federación Unitaria de la Clase Trabajadora (FUCLAT)1 realizaron movilizaciones en la capital panameña, exigiendo el respeto del convenio colectivo firmado con Cervecería Nacional (AB InBev) y rechazando la propuesta del gobierno de reformar temporalmente el código del trabajo.

 

Las movilizaciones escalonadas del STICP, con el apoyo del Sitrafcorebgascelis y la FUCLAT, comenzaron a mediados del mes pasado2 a raíz de la suspensión ilegal de 13 trabajadores de la planta Pasadena y ante las repetidas violaciones del convenio colectivo.

La suspensión se dio luego de que los trabajadores se rehusaran a aceptar un despido disfrazado de ‘mutuo acuerdo’ que la empresa pretendía imponerles.

Este proceder no es nuevo en Cervecería Nacional (AB InBev). Ya el año pasado el sindicato presentó ante el Ministerio del Trabajo un listado de violaciones a la convención colectiva.

Entre otros puntos, el STICP ha venido denunciando la creciente contratación de terceros para realizar labores permanentes, y el reducido personal encargado de la seguridad en los camiones y en las labores de distribución.

La lucha paga

“Hemos estado movilizándonos, como la Rel UITA lo consignó, al tiempo que hemos buscado dialogar con la empresa.

Hasta el momento logramos la reinstalación de cuatro compañeros, mientras que otros decidieron aceptar la ‘oferta’ de la patronal.

También hemos avanzado en otros puntos que eran parte del pliego de violaciones a la convención colectiva.

Esperamos ahora ratificar estos acuerdos en presencia de las autoridades del trabajo”, dijo a La Rel, Jaime Acevedo, secretario general del STICP.

Comentá la nota