Mientras los proyectos de reducción de la jornada laboral del oficialismo, las centrales sindicales y la izquierda se debaten en el Congreso, un informe elaborado por un think tank de la derecha económica concluyó que legislar que se trabajen menos horas no es necesario y hasta sería contraproducente porque «ya se trabaja poco» y eso se debería, principalmente, a la informalidad.

Los datos surgen del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) un centro de estudios de economía y mercado laboral que comparte raíces con la Fundación Mediterránea y es presidido por Jorge Colina, uno de los economistas del equipo que en junio pasado presentó Carlos Melconian, el eventual ministro de Economía de Patricia Bullrich.

AdLa reducción de la jornada laboral «fuera de tiempo»

De acuerdo a lo que planteó IDESA, la iniciativa que se está debatiendo en Congreso nacional está «fuera de tiempo», a partir de un contexto marcado por «un 37% de trabajo en negro y con salarios por debajo de la línea de la pobreza».

El estudio destaca que los proyectos de ley en pos de bajar las 48 horas semanales de carga laboral que pone como tope la legislación actual, buscan lograr que las empresas se vean obligadas a tomar más mano de obra para completar el faltante.

Sin embargo, el informe de IDESA asegura que son los propios números oficiales los que desmienten este postulado, ya que la tasa de desempleo es del 6,2% y lo que realmente está en implosión «es el salario, producto de la baja productividad en muchos sectores y de la informalidad que genera la rigidez de las normas».

La reducción de la jornada laboral pasó por la Comisión de Legislación Laboral y llegó a Diputados.

Algunos de los datos que esgrimió IDESA son que:

- Un 15% de la fuerza laboral en la Argentina trabaja más de 48 horas semanales.

- Un 19% trabaja entre 40 y 48 horas semanales.

- El 66% trabaja menos de 40 horas semanales.«Multiplicar los empleadores»

Como conclusión, en el trabajo se remarcó que «estos datos muestran que, en la Argentina, 2 de cada 3 trabajadores (ese 66%) ya lo hacen en jornada reducida. En la mayoría de los casos esto viene asociado con pobreza por bajos salarios y elevada informalidad».

El informe, que no se mete con la distribución del ingreso entre empresas y trabajadores, sí puntualiza que los empleadores pagan poco. «El problema no es que hay trabajadores que trabajan mucho y que les quitan empleo a otros, sino que hay una severa escasez de buenos empleos», remarca.

En ese sentido, sugiere que «el principal desafío no pasa por compartir los pocos empleos de calidad que hay, sino por multiplicar los empleadores y las inversiones productivas». De acuerdo con las conclusiones del ensayo de IDESA, esa sería la vía para que «haya más puestos de trabajo, con mayor productividad laboral, con altos salarios y con jornadas laborales razonables». 

La verdadera forma de aumentar el empleo

Según las estimaciones de la investigación, para lograr naturalmente la reducción de la jornada a partir de la generación de más puestos de trabajo, son fundamentales una reducción del aparato estatal y una reforma laboral que flexibilice condiciones, incluyendo una simplificación y reducción de las cargas tributarias y la eliminación y reconversion del actual sistema de indemnizaciones por despido.

«Para multiplicar los empleos formales es necesario abordar un ordenamiento integral del Estado y la modernización de las instituciones laborales«, indica el informe.

Remarca además que «aumentar la inversión y la capacidad de generación de empleos de calidad depende crucialmente de contar con un sistema tributario más simple y racional». Así como el hecho «de que el Estado incremente sus niveles de eficiencia para producir servicios públicos de calidad y proveer mejor infraestructura». 

Por último, se plantea que «la revisión de las instituciones laborales debe apuntar a simplificar la registración laboral, disminuir las cargas sociales, prever nuevas formas de relación en el empleo adaptadas a las dinámicas actuales y darle previsibilidad a la indemnización por despido».