En agosto del 2023, el Sindicato de Trabajadores de La Constancia (Sitraconsta) decidió transformarse en sindicato de industria, afiliando tanto a personal de La Constancia LTDA de CV como de la tercerizadora Desypal SA de CV.

Como respuesta, ambas empresas procedieron a despedir a varios trabajadores constituyentes del recién conformado Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida, Similares y Afines de El Salvador (Sitibyss).

A otros la empresa les ofreció firmar un mutuo acuerdo de retiro voluntario a cambio de cancelarles todas sus prestaciones.m

Después de haberse constituido el 12 de agosto, La Constancia (AB InBev / Coca Cola) despidió a un trabajador (Víctor Rangel Reyes) y suspendió a otro (Wilber Chevez Oviedo).

El 30 de agosto, Desypal despidió a otros cinco trabajadores¹ firmantes del acta de constitución, entre ellos, Carlos Hernández Sandoval y Víctor Rivera García, ambos directivos del Sitibyss.

Menos de una semana después, las autoridades del trabajo aprobaron los estatutos y otorgaron la personalidad jurídica al nuevo sindicato de industria.

A pesar de estar formalmente constituida, la empresa sigue negándose a reconocer la nueva organización. Tampoco ha reinstalado a los trabajadores despedidos.

“Hasta aquí llegan”

“Soy trabajador de Desypal en la planta de Coca Cola. El 29 de agosto del 2023, mi jefe me convocó a una reunión para el siguiente día. Lo mismo hizo con otros dos compañeros”, recuerda Víctor Rivera.

“Llegando al lugar nos encontramos con un documento que daba término a nuestro contrato de trabajo y un cheque con nuestra liquidación. ‘Hasta aquí llegan’ nos dijo el jefe sin darnos mayores detalles”.

El despido fue sucesivamente justificado con una supuesta reestructuración de personal.

Una situación muy similar fue la que sufrió Carlos Hernández, trabajador de Desypal en la planta de cerveza.

“A mí y a otro compañero nos convocó el mismo personaje y cuando llegamos estaba justo despidiendo a los demás compañeros que trabajan en Coca Cola”, explicó.

“Nuestro verdadero delito fue haber sido constituyentes y directivos de la nueva organización. Pero esto es nuestro derecho y no pueden privarnos de él”, manifestó Hernández.

La lucha continúa

Nunca firmaron la resolución del contrato, ni retiraron el cheque. Acudieron de inmediato al sindicato y lograron que las autoridades del trabajo y los tribunales ordenaran su reinstalación.

“Después de 16 meses nos reinstalaron y nos mandaron a hacer trabajos que nada tenían que ver con los puestos que teníamos al momento de ser despedidos.

Además, a los cuatro días nos volvieron a sacar y tuvimos que iniciar un nuevo proceso en el ministerio y en los tribunales para defender nuestros derechos”, denunciaron los dos dirigentes.

Lo que exigen Carlos Hernández y Víctor Rivera es que la empresa respete sus derechos y las leyes nacionales.

“Vi la injusticia en esta empresa y no me arrepiento de lo que hice. Estoy enfermo, tengo diabetis, pero voy a seguir luchando hasta el final, sabiendo también que no estamos solos y que contamos con el apoyo internacional de la UITA”, manifestó Hernández.

“Me organicé en el Sitibyss porque podemos llegar a más trabajadores y trabajadoras, luchando para su bienestar y al de sus familias. Organizarnos es un derecho que tenemos y debe ser respetado”, concluyó Rivera.