Torturas, amenazas por video y una guerra entre bandas que preocupa a la Municipalidad y al Surrbac

Torturas, amenazas por video y una guerra entre bandas que preocupa a la Municipalidad y al Surrbac

Diecisiete personas armadas y enmascaradas grabaron un video en el que amenazan con matar a los agresores del guardaespaldas del sindicalista Mauricio Saillén. Preocupación política y judicial.

Cuando todavía no se acallaron las repercusiones por el video de las torturas infligidas en una unidad penitenciaria de la ciudad de Córdoba a un colaborador del sindicalista Mauricio Saillén, un nuevo video apareció el viernes para generar intranquilidad en ámbitos políticos y sindicales.

Con una estética que remite a los videos de organizaciones narcotraficantes o terroristas, un grupo de 17 personas enmascaradas y armadas con escopetas, revólveres y pistolas amenazó a los atacantes del “Toro” Aguilera, jefe de una de las facciones de la barra brava del club Talleres, empleado del ex Ente de Obras y Servicios Públicos (Esop) de la Municipalidad de Córdoba y guardaespaldas del gremialista.

Todos aparecen vestidos con ropas oscuras y con pasamontañas, agrupados alrededor de un tablón que hace de mesa, cubierto con un plástico negro. 

Los autores de este video que ayer circulaba como relámpago en las redes sociales cerradas, como WhatsApp y Telegram, hablan a cámara y se dirigen a los autores de las torturas contra Aguilera. Específicamente, le hablan a una persona a la que llaman “Cartonero”.

Los amenazan a él, a los otros atacantes de Aguilera y a sus familias. “¿Vos sos mafia? La mafia corta cogotes, corta cabezas. ¡Esto es mafia! Te vamos a cocinar, hijo de puta”, dicen mientras agitan las armas.

Grave agresión a barrabrava de Talleres en la UCA involucra a Mauricio SaillénEl barra de Talleres detenido es empleado del Esop

El que lleva la voz cantante en el video, al que algunos ayer identificaban como uno de los líderes de la barra La Fiel, muy cercano a Aguilera, además de empuñar una pistola y de descargar las balas sobre la mesa mientras emite sus amenazas, viste un chaleco antibalas.

Este nuevo video dura 48 segundos, pero sirvió para asustar a las autoridades, que hasta ahora no han dado respuestas sobre cómo fue posible que en una unidad penitenciaria provincial un detenido fuera torturado y grabado con la cámara de un teléfono para humillarlo frente a sus seguidores, y para enviar un mensaje amenazante y directo al gremialista Mauricio Saillén.

Inacción judicial y policial

Nadie cree que haya sido una casualidad que el guardaespaldas del sindicalista haya quedado a merced de sus atacantes en la Unidad de Contención de Aprehendidos (UCA) de barrio Cáceres. En ese video lo golpean, lo ahorcan y lo desangran mientras lo obligan a insultar a Saillén y a reclamarle cinco millones de pesos a su colaborador en la barra, de apelllido Piscitello.

El video circuló ayer por la Policía, por los tribunales provinciales, por el Surrbac y por la Municipalidad de Córdoba.

En cercanías al intendente Martín Llaryora, donde la relación con Saillén y sus seguidores se viene complicando en las últimas semanas, el video generó pánico. “Esto parece México, no Córdoba”, dijo a este medio un importante colaborador del intendente.

En los Tribunales descargaron culpas sobre la Policía. “Si quieren, ya podrían tener identificado al que habla en el video, si la voz no está distorsionada, se ve su figura y, con sólo averiguar entre las barras de Talleres o en el gremio, ya podrían saber quién es”, señaló un camarista del fuero penal.

En los Tribunales federales, donde se lleva adelante la causa que tiene acusados a Saillén, a sus hijos, a su socio Pascual Catrambone y a muchas otras personas por lavado de dinero y asociación ilícita, ayer recibieron un fuerte reclamo gubernamental por haber liberado a los dos principales sindicalistas, que están en libertad tras haber depositado una fianza de 10 millones de pesos cada uno.

Saillén, aunque tiene prohibida la actividad sindical, en las últimas semanas comenzó a mostrarse muy activo en redes sociales, a enviar mensajes a los afiliados del Surrbac, y dio un discurso a barrenderos y a choferes de camiones en el parque Sarmiento el día que se reincorporó a su trabajo de chofer luego de 19 años de licencia gremial.

Intervención incompleta

En el juzgado de Ricardo Bustos Fierro ya recibieron un pedido formal para que Saillén fuera enviado nuevamente a la cárcel de Bouwer por haber, supuestamente, violado las condiciones de su libertad.

“La culpa de esta situación es, en parte, del juez, por no haber asegurado una intervención completa del gremio”, explicaba ayer un concejal del oficialismo. El Surrbac fue intervenido por el Ministerio de Trabajo de la Nación sólo administrativamente, pero su conducción política y las negociaciones salariales con la Municipalidad siguen en manos de los dirigentes sindicales que están procesados por corrupción.

Toda la dirigencia del Surrbac en un ente municipal

Algo parecido ocurre con las otras dos entidades gremiales donde se habrían cometido las estafas contra los afiliados. La mutual y la obra social fueron intervenidas, pero en los hechos son manejadas por las mismas personas cercanas a Saillén y a Catrambone. El interventor de la mutual, por ser de grupo de riesgo, se encuentra en Rosario y no viene a Córdoba desde el comienzo de la cuarentena.

Cuando hace pocas semanas asumió el interventor de la obra social, dos grupos enfrentados del Surrbac llegaron al lugar y se temió que pudiera haber un enfrentamiento violento. 

El grupo principal sigue respondiendo a Saillén y a sus hijos, sobre todo al menor, Juan, que encabeza las negociaciones con la Municipalidad. Pero otro grupo, que se encolumna detrás del tesorero Juan Carlos Delgado, también procesado, intenta construir una oposición interna, con apoyo de la nueva intervención.

En el gremio, ayer especulaban sobre la identidad de la persona que habla en el nuevo video. Muchos coincidían: se trataría de la persona mencionada por “el Toro” Aguilera en el video anterior.

Videos, torturas y exhibición de armas. Todo frente a la cara de las autoridades y en medio del siempre delicado negocio de la recolección de basura de la ciudad de Córdoba.

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