La gigante alimenticia Arcor confirmó la inversión de u$s3,97 M en Mastellone.

Así elevará casi al 49% su participación en la empresa láctea, según ya había trascendido hace semanas.

Pero, lo paradójico, es que a pesar del volumen de inversión continúa retaceando el bono sanitario a sus empleadas y empleados.

Se trata del reclamo que los trabajadores y trabajadoras, junto al STIA, mantienen hacia la empresa como compensación por desarrollar tareas durante la pandemia de coronavirus.

Es que, en todo el país, los empleados están exceptuados de realizar la cuarentena y arriesgan su salud yendo a trabajar, pero la empresa no quiere reconocerlo.

Se expande, pero nada a los trabajadores

Tras la confirmación, Arcor invertirá 3,97 millones de dólares en Mastellone y elevará casi al 49% su participación accionaria.

Así, la empresa de Luis Pagani sumará capital accionario en la firma láctea.

Queda claro que la pandemia no frenó los planes de expansión de la firma alimenticia.

Luis Pagani, presidente de Arcor

Es más, podría decirse que el hecho que los trabajadores deban asistir por decreto a trabajar, le permitió seguir acumulando ganancias, que ahora usa para expandirse.

Sin embargo, a pesar del riesgo para los trabajadores, en plena pandemia, Arcor no lo reconoce.

Bono sanitario

Sucede que junto al Sindicato de la Alimentación (STIA) los empleados reclaman un bono sanitario.

Es un reclamo por diez mil pesos para reconocer el compromiso y el riesgo de ir a trabajar en plena pandemia.

Sin embargo la patronal sigue en una postura intransigente y mezquina hacia quienes le permiten la generación de ganancias.

Esas ganancias que ahora Arcor invierte en Mastellone, en dólares, para seguir creciendo.

Desde el Sindicato de la Alimentación, por ello, mantienen su reclamo ante la empresa de Luis Pagani.