La oferta que tira para abajo

La oferta que tira para abajo

Aun teniendo en cuenta la inflación prevista por el Gobierno, el incremento que la provincia les ofreció a los maestros no compensa la caída del poder adquisitivo que se viene registrando desde la asunción de Macri.

 

La propuesta que la gobernación de María Eugenia Vidal hizo a los docentes bonaerenses no alcanza para compensar la pérdida de poder adquisitivo que tuvieron sus salarios a partir de la asunción de Cambiemos. Ni siquiera en el caso de cobrar el total del ítem ofrecido por presentismo –6 mil pesos para el maestro que no adhiera a paros ni tenga ninguna falta–: tampoco con ese extra, el sueldo equipararía a la inflación. Esto es porque desde 2016 los salarios del sector vienen a pérdida: ese año tuvieron una fuerte caída de su poder de compra, que no recuperaron en 2017. De aceptar la actual oferta paritaria, los docentes pasarían a quedar incluso un escalón por debajo. Sin recuperar lo perdido en 2016 y también por debajo de lo que ganaban en 2017.

Así lo señala un análisis del Centro de Economía Política Argentina, que  muestra cómo fluctuó el valor de compra de los sueldos docentes en los últimos dos años, tomando como ejemplo lo que cobra en bruto (sin los descuentos) un maestro de primaria con diez años de antigüedad y jornada simple. El informe explica lo siguiente: llevando su sueldo al supermercado, en 2015 un docente compraba lo que hoy sería un changuito de 18.400 pesos; en 2016, el sueldo docente compraba un changuito de 17.600 mil pesos. En 2017, tras la decisión de eliminar la paritaria nacional que fijaba un piso para todo el país, el sueldo de los docentes bonaerenses perdió valor de compra hasta representar un changuito de 17.100 pesos. Si los gremios aceptaran la propuesta actual, el changuito se achicaría a 16.000 pesos sin el adicional por presentismo o 16.500 en caso de cobrarlo completo.

“Estos cálculos están hechos considerando la inflación estimada en el relevamiento de expectativas del Banco Central, que estima 19,3 por ciento en 2018. Si el aumento de los precios estuviese por encima de estos valores, la pérdida sería aún mayor”, señaló a PáginaI12 Hernán Letcher, autor del informe.

Como se sabe, el objetivo declarado del ajuste sobre los maestros es reducir el déficit fiscal. Los gastos en educación representan el 36,1 por ciento del promedio del gasto provincial y prácticamente el 30 por ciento del gasto provincial total promedio es destinado exclusivamente a sueldos docentes, dado que sobre el presupuesto de educación los recursos destinados a salarios docentes orillan el 83 ciento.

El análisis del CEPA enfoca además un tema que parece un tanto técnico pero que tiene que ver con la decisión netamente política del Gobierno de eliminar la paritaria nacional docente. Esta medida fue tomada el año pasado, en aquel momento presentada como una decisión transitoria, y ratificada este año mediante un decreto que desconoció de un plumazo, en este caso presidencial, un conjunto de derechos.

Una de las cosas que se perdió fue el ámbito donde los gremios y el Estado nacional discutían el monto del incentivo docente. Se trata de un fondo que se distribuye de manera igualitaria a todos los sueldos docentes del país, como un mecanismo para mejorarlos y reducir las diferencias entre provincias.

El aumento del Fonid en 2016, el último año en que se realizó la paritaria nacional, permitió por ejemplo que la pérdida de poder adquisitivo en los salarios bonaerenses se redujera de un 9 a un 4 por ciento. “El Fonid tiene sensible impacto sobre el bolsillo de los docentes”, señala el CEPA. “Si bien el Ministerio de Educación no ha mencionado qué realizará al respecto, es posible inferir que el monto del Fonid no será actualizado en 2018. Esto se deriva de las presentaciones de los Presupuestos 2017 y 2018. En 2017, el presupuesto alcanzaba 24.115 millones de pesos. El presupuesto para 2018 alcanza los 25.550 millones, es decir que tiene menos de un 6 por ciento de aumento”. Es decir que el incentivo docente, reducido, pasa a tener cada vez menos capacidad de hacer de colchón frente a la suba de los precios.

¿Cuál sería un acuerdo paritario sin pérdidas? Los docentes tendrían que cobrar un aumento de 20 por ciento. Las tres cuotas propuestas por Vidal deberían reformularse en un 10 por ciento entre enero y abril, 5 entre mayo y agosto y 5 entre septiembre y diciembre. Además el Fonid debería actualizarse a 1700 pesos.

Dos apuntes finales. Primero: todo este esquema “cierra” en la medida en que la inflación sea la estimada por el Gobierno. El otro es que, según la estimación prevista, en octubre la inflación superaría el 15 por ciento, habilitando la cláusula de rediscusión paritaria. 

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