El jefe de la CTA Autónoma, Pablo Micheli , cuestionó con dureza al secretario de Empleo, Miguel Ángel Ponte, por sus dichos sobre los despidos. En una entrevista con radio 10, el gremialista dijo que para concretar "la flexibilización laboral" el Gobierno necesita "tener alguna complicidad sindical" y volvió a reclamar a la nueva conducción de la CGT que convoque a un paro nacional "en defensa propia" de los trabajadores.

"Hacer un paro nacional no significa romper ninguna paz social, es ejercer nuestro derecho constitucional a la protesta. Tiene que haber una presencia de las centrales sindicales fuerte y digna para decir acá no van a avanzar en una reforma laboral que signifique más pobreza para los jóvenes, menos futuro para los jóvenes y desgracia para los más grandes", afirmó Micheli.

Consultado sobre los despidos en el Ministerio de Educación, Ponte sostuvo ayer que "la posibilidad de entrada y salida del mundo laboral es una esencia del sistema laboral, como lo es en el organismo humano comer y descomer". "Tenemos que encontrar trabajo legítimo. Si en un negocio determinado se ve que algunas funciones no son estrictamente necesarias o algunas personas no tienen la capacidad de asumir esas funciones, es parte de la vida de los organismos vivos introducir aportes de personas y poder hacer un recambio en un momento determinado", afirmó el secretario de Empleo en diálogo con Radio Con Vos.

Micheli calificó de "brutal" la declaración del funcionario y advirtió: "Los empresarios y CEOs que están en el Gobierno están de fiesta. Están avanzando en todo para lo que fueron a ocupar esos cargos", sostuvo. Enseguida, agregó: "¿Creen que van porque son patriotas? No, porque van con un plan concreto. Eso llevo a todo que lo ocurrió en 2016, ahora quieren flexibilizar las condiciones laborales antes de que despidan".

"Es brutal, así como de brutal es el modelo que llevan adelante y tiene el objetivo de profundizarlo y para eso necesitan tener alguna complicidad sindical", apuntó.

Micheli cuestionó que el Gobierno insista "con viejas metodologías que dieron resultados terribles en este país" y que en el pasado sólo beneficiaron "a los empresarios, a los grupos concentrados de la economía que lograron así, lisa y llanamente, hacerse la América a costa de una gran conflictividad en el país que terminó" con la crisis de 2001.

Además, el gremialista dijo que miraba con "preocupación" el intento del Gobierno por fijar un techo del 20 por ciento a los aumentos salariales que se negociarán en las próximas paritarias. En ese marco, el jefe de la CTA autónoma volvió a cargar contra la CGT unificada por no haber convocado a un paro nacional contra el gobierno de Macri en el primer año de su mandato. "Los despidos que no se pararon jamás, creyendo que se puede confiar en los empresarios", aseveró.

Y consideró que convocar a una huelga "no significa romper la paz social". "Es un concepto mal utilizado generalmente por los gobiernos o los empresarios que quieren arrimar agua para su molino sin que nadie le perturbe esa situación", señaló.