Paritarias suspendidas: la pandemia y la crisis económica deja a millones de trabajadores sin subas salariales

Paritarias suspendidas: la pandemia y la crisis económica deja a millones de trabajadores sin subas salariales

Entre marzo y mayo de este año, en pleno aislamiento obligatorio, se vencieron los convenios colectivos de 2 millones de empleados registrados, que por el momento no tienen ninguna perspectiva de comenzar a negociar las subas del 2020. La perspectiva para que se comience a negociar en medio de la cuarentena es baja, por lo que algunos gremios analizan alternativas como los bonos y adicionales.

Diego Lanese.

Esta semana, la discusión salarial giró en torno de la incorporación del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), que paga el 50 por ciento de los salarios de los privados, para grandes empresas, incluso multinacionales como Techint. En plena pandemia y aislamiento obligatorio, se trabaja para evitar las rebajas salariales y las pérdidas de puestos de trabajo, una forma de intentar salir de la crisis que se viene. En este panorama, la palabra paritarias parece una utopía lejana. Entre marzo y mayo, se estima que se debían renovar los convenios laborales de unos 2 millones de trabajadores registrados, que hasta el momento no avanzaron en la discusión salarial este año.

Por el momento, en la dirigencia sindical no son para nada optimistas respecto a las posibilidades de lograr recuperar la pérdida salarial, por lo menos hasta que no pase esta situación de emergencia. La cuestión incluye a los empleados estatales, que este mes tendrán que iniciar la negociación, pero no hay mayores perspectivas. Hasta ahora, sólo los aceiteros –con una suba ya firmad del 25 por ciento –y algunos sectores esenciales vinculados al sector salud, los privilegiados en este panorama oscuro.

Durante la pandemia, se vencieron varias paritarias emblemáticas, que suelen marcar el pulso de la negociación de cada año. En marzo debían comenzar a discutir los empleados de comercio, metalúrgicos, los mecánicos de SMATA, los choferes de la UTA, obreros de la construcción, estaciones de servicio –del líder de la CGT Carlos Acuña –entre otros. En tanto, en abril fue el turno de los petroleros, trabajadores de la sanidad, alimentación y los empleados de prensa. En tanto, en mayo la discusión salarial debería empezar en el estado nacional, la principal del sector público.

En ninguno de los casos se habilitó la negociación, por lo que los trabajadores no recibirán en el corto plazo ninguna recuperación salarial. “No tenemos ninguna perspectiva de comenzar con las paritarias de este año, nuestra actividad está muy golpeada, y estamos muy pendientes de evitar que haya rebajas generalizadas de los salarios y despidos”, le dijo a Gestión Sindical un dirigente del gremio mercantil, sobre la discusión que debía comenzar en abril pasado.

El mayor convenio del país en cuanto a cantidad de afiliados –unos 1.200.000 –suele ser un termómetro respecto de la banda de suba salarial que se maneja en el país, y si bien no suele estar entre los de mejores aumentos, marca el clima general. “Hoy estamos negociando que no haya bajas, o peor, que se cumplen los protocolos sanitarios. De las paritarias, ni noticias”, dijo el mismo dirigente.

Otra paritaria clave es la del estado nacional ya que marcha el horizonte en el sector público. En este caso, la discusión debía comenzar en mayo, peor por el momento no hay llamado por parte de las autoridades nacionales. “Antes de pensar en las paritarias de este año, tenemos que cerrar las paritarias del 2019, ya que en febrero deberíamos haber discutido el impacto de la inflación”, sostuvo Marcelo Belelli, coordinador de ATE en la ANAC, la administración de aviación civil. “El tema está bastante complicado, en ANAC trabajamos mucho para que no nos toquen los sueldos, ni los adicionales, pero para la discusión de este año no hay perspectiva”, agregó el dirigente ante la consulta de Gestión Sindical.

Al inicio de la pandemia, en ATE se especuló con la idea de dar sumas fijas y bonificaciones en tiempo de emergencia, hasta que se salga de la pandemia. Pero con el correr de los días y con la certeza que el coronavirus no se va a ir en poco tiempo, la posibilidad se fue diluyendo. Los estatales nacionales son un sector que perdió mucho respecto a la inflación durante la gestión de Mauricio Macri, y su prioridad era para este año recuperar la capacidad salarial. Pero el nuevo escenario irrumpió dejando mucha incertidumbre en el escenario.

Según los últimos cálculos de la comisión interna de ATE-INDEC, a abril de este año un empleado de la administración pública nacional debe ganar debe ganar 67.371,60 pesos para alcanzar una canasta de bienes y servicios. “Un hogar constituido por una pareja de 35 años con dos hijos (de 6 y 9 años) necesitó, en abril de 2020, de 67.371,60 pesos para satisfacer sus necesidades, a partir de una canasta que se compone de 22.352,40 pesos necesarios para adquirir una canasta alimentaria mínima y de 45.019,20 pesos para acceder a otros bienes y servicios básicos”, remarcó el informe.

La aplicación de un bono o pago adicional de emergencia que se plantearon en el estado nacional fue tomada por algunas actividades del sector privado, en especial entre quienes se mantienen trabajando durante la pandemia, para intentar frenar la pérdida salarial. Con el argumento de sostener las tareas pese al coronavirus, el gremio de la carne viene trabajando en un plus salarial para sus afiliados, que además vienen denunciando las malas condiciones sanitarias en las que trabajan. Desde el Sindicatos de Trabajadores de la Carne y Afines de la República Argentina (FESITCARA) aseguran que el pedido está planteado desde el mes pasado, y esperan respuestas de las cámaras empresariales.

“En virtud de encontrarse vencido el acuerdo salarial suscripto oportunamente para la industria de la carne, y ante la gravísima situación económica por la que atraviesan los trabajadores, el incesante aumento de la canasta alimentaria, venimos por la presente, para solicitarles que fijen, con carácter urgente, día y hora para la reapertura de la paritaria salarial”, detallaron desde el gremio mediante el pedido formal realizado a la patronal. Por el momento, el pedido no fue contestado.

En este panorama, muy pocos gremios lograron sentarse a negociar salarios, y mucho menos conseguir un aumento. El caso más conocido es el del gremio aceitero, que anunció una suba del 25 por ciento en plena pandemia. En un sector con alto poder económico, la federación que lidera Daniel Yofra viene marcando los puntos más altos cada año en cuanto a salarios, y fueron uno de los pocos que lograron empatarle a la inflación durante el macrismo. Además, en esta situación los médicos de la provincia de Buenos Aires firmaron un acuerdo para el primero semestre del 2020, una suba salarial que se explica en la situación extraordinaria que se vive, y el compromiso que los profesionales de la salud muestran cada día para luchar contra el coronavirus.

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