Un estudio del ISEPCi refiere a la cruda situación inflacionaria de la Argentina. Los alimentos superan los niveles de la inflación y van hasta el 10.5% mensual.
Una reciente encuesta sobre el incremento de las Canastas Básicas durante el primer cuatrimestre de 2023 en el Conurbano bonaerense resulta preocupante por ser de los más altos en los últimos cinco años.
Al incremento de salarios básicos reclamado por los gremios de manera constante, se sumó que, según marca el estudio del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana, es que mientras crece la CBA, “la pobreza no baja de 18 millones personas, de las cuales por lo menos cuatro millones permanecen en la indigencia, o sea que no tienen recursos suficientes para alimentarse adecuadamente”, destaca el informe.
El mismo, que subraya un incremento de 42,4% en alimentos y 39,3% en Canasta Básica Total, se sustrajo desde Índice Barrial de Precios (IBP) en 900 comercios de veinte distritos del conurbano bonaerense, el valor de la Canasta Básica de Alimentos (CAB) para una familia de dos adultos/as y dos hijos/as pequeños, en abril llegó a $91.347,30. Esto significó un incremento de 8,13% respecto a los $84.478,10 que los mismos productos costaban en marzo.
Rubros que más aumentaron en abril
El cuarto mes del 2023 tuvo fuertes incrementos que se acentuaron en el rubro Almacén (9,65%) y Carnes (9.41%); los precios de las Frutas y las Verduras elevaron su costo en 3,39% (hubo un impactante aumento en los tomates).
En el periodo enero-abril, las carnes aumentaron 53,95%, las frutas y verduras 44,52%, y los productos de almacén 34,50%. Irresistible.
“El valor de la Canasta Básica Total –CBT- que incluye, además de los alimentos básicos, gastos esenciales en salud, educación, transporte, vestimentas, tarifas y gastos de sostenimiento de la vivienda, subió en abril 6,70% lo que sumado a los incrementos de enero, febrero y marzo lleva el aumento cuatrimestral a 39,30%”, informó el centro de estadísticas que preside Isaac Rudnik.
Las paritarias, negociadas trimestralmente y hasta con sistemas de revisiones permanentes, no logran socorrer la emergencia del incesante incremento de precios. El estudio refiere a la falta de “correlato en el incremento de las remuneraciones salariales, jubilaciones, asignaciones sociales, sobre todo de los/as que perciben las mínimas”. “La consecuencia directa es el sostenimiento desde años de la pobreza en niveles que rondan el 40% y la indigencia en torno al 8% del total de la población”, arroja temerario.
“Mientras las intervenciones del estado para regular y controlar a los grupos formadores de precios autodenominados “el mercado” sean una formalidad, y los discursos de los funcionarios no se traduzcan en acciones concretas, el ajuste de cuentas –vía inflación- sobre los ingresos de las mayorías populares, seguirá siendo la variable privilegiada de los grupos económicos concentrados para mantener sus niveles de ganancias extraordinarios, aun en esta época de crisis”, concluye.
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