El conflicto comenzó cuando el vocero presidencial Manuel Adorni publicó como suele hacer en su cuenta de X: “Miles de argentinos sufren hoy la cancelación de sus viajes por una decisión abominable de la casta sindical que, sin motivos legítimos, afectó más de 40 vuelos y provocó pérdidas superiores al millón de dólares”.
La respuesta de Nicolás Capella, secretario del Interior del gremio APLA, no se hizo esperar: “Chanta, garpate primero tus pasajes, te traje de Iguazú de arriba”. El piloto agregó duras críticas al decreto 378/25 que modifica los tiempos de descanso: “Son monos, quieren copiar regulaciones extranjeras y ni siquiera buscaron un traductor competente”.
Otro piloto, bajo el usuario @GaboAir, sumó: “Hay que terminar con la demonización de los pilotos. Mantenemos altos estándares de seguridad en Argentina. No a la reducción de descansos, sí a la seguridad operacional”.
El cruce se viralizó rápidamente, dividiendo opiniones entre quienes apoyan el reclamo laboral de los pilotos y quienes critican el impacto en los pasajeros.
Mientras tanto, APLA prepara una asamblea clave para el 26 de junio donde podría definirse una escalada de las medidas de fuerza, en medio de un conflicto que parece lejos de resolverse y que ya dejó una anécdota para el recuerdo: la del vocero presidencial a quien los pilotos le recordaron -con tono de reproche- que alguna vez lo transportaron profesionalmente.
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