Las alimenticias aumentan 5 veces más que en el resto de Latinoamérica

Las alimenticias aumentan 5 veces más que en el resto de Latinoamérica

Las empresas alimenticias suben precios a un ritmo que quintuplica la suba de precios que se está dando en los países de América Latina. Desde la Copal sostienen que las empresas del sector no son responsables de la inflación.

Las empresas alimenticias vienen subiendo precios a un ritmo cinco veces superior al de los países de América Latina. Ello, a pesar que la Coordinadora de Empresas Alimenticias (COPAL) niega la responsabilidad del sector, en la inflación.

Aunque es real que la suba de costos de la energía y la comida en América latina vuelve a ser una preocupación, Argentina es que es el único país en donde suben a un ritmo 5 veces más veloz que el promedio.

Eso, al menos, si se sigue el avance de la inflación de alimentos en los principales países de América Latina en los que el contexto post pandemia. Sucede que con suba de los costos de la energía incluida, el incremento de precios vuelve a ser una preocupación.

Sin embargo, esa presión está lejos de asemejarse a la escalada que registran los precios en los supermercados argentinos, que crecen a un ritmo mensual 5 veces más veloz que el promedio de las economías más relevantes de la región.

 

100% más que hace un año

Es lo que surge de un seguimiento que realiza el IERAL de la Fundación Mediterránea. De los datos se desprende que los precios de los alimentos aumentaron 11% desde el inicio de la pandemia en un conjunto de 10 países latinoamericanos.

Se trata de Brasil, México, Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Ecuador y Colombia -se excluye Venezuela-. Sin embargo, en la Argentina se duplicaron. Es decir, los alimentos hoy en el país cuestan 100% más que a fin de 2019.

Como era de esperar, el salto en el precio de la carne tras una tregua de varios meses, sumó nerviosismo en el Gobierno, atento al consumo de fin de año y al recalentamiento de la inflación que, lejos de ceder, se aceleró en las últimas semanas.

Sin generar ninguna sorpresa, la reacción oficial apuntó a acordar un congelamiento de precios mientras se evalúan más medidas para el sector, propuestas por el secretario de Comercio, Roberto Feletti.

 

El contexto latinoamericano

Mientras resulta innegable la suba de precios global, en Brasil los precios de los alimentos crecieron 12% en los últimos 12 meses, en Colombia 14% y en México 7%, a diferencia todos ellos de Bolivia, donde los precios prácticamente no registraron variación alguna.

En el otro extremo se ubica la Argentina, que multiplica varias veces los porcentajes de cualquiera de estos los 10 países relevados, con una inflación de alimentos y bebidas de 51,4% interanual y de 41,2% acumulada a octubre de este año.

Esto a pesar de que, tal como afirmó el economista Juan Manuel Garzón, la persistencia de la alta inflación contrasta con la desaceleración dos variables que influyen sobre los precios internos de los alimentos: el tipo de cambio oficial y los precios de las commodities.

Mientras el dólar pasó de crecer al 3,3% mensual en primer trimestre al 1,1% en los últimos meses, también, los precios internacionales (canasta FAO), se desaceleraron del 3,2% al 1,3% mensual, en similar período.

 

Las alimenticias suben, mientras bajan los precios internacionales

 

Así, resulta más complejo explicar la inflación de las góndolas en la Argentina en base a la evolución de los precios en el resto del mundo, aún cuando el fenómeno exista en alguna medida.

“Ojalá la Argentina tuviese más ‘vínculos’ con lo que pasa en la región, los niveles de inflación que tiene el país son claramente anormales” (Juan Manuel Garzón).

“En todos los países de la región, los precios de los alimentos han tenido dinámicas mucho más estables que en Argentina. Mi razonamiento es completamente distinto al del secretario (Feletti).

Ojalá la Argentina tuviese más ‘vínculos’ con lo que pasa en la región, los niveles de inflación que tiene el país son claramente anormales”, sostuvo Garzón. El economista agregó que la evolución del precio de la comida en el país es atribuible a “factores claramente internos”.

 

Octubre, con las alimenticias en la mira

Según las consultoras privadas la canasta básica alimentaria alcanzó en octubre los $ 34.976, por lo que, debido a la inflación de las empresas alimenticias, más argentinos y argentinas quedaron debajo de la línea de la pobreza.

Es que la canasta básica alimentaria para una familia tipo (un matrimonio con dos hijos) alcanzó en octubre un costo de $ 34.976. Así, y pese a negarlo sistemáticamente, las empresas alimenticias quedaron nuevamente en el ojo de la tormenta.

Es que, una vez más, dejaron más argentinos y argentinas en la pobreza. Claro que, a pesar de ello, pretenden seguir subiendo el costo de los productos alimenticios, y se oponen al congelamiento de precios.

Esto, como consecuencia de diversos factores, entre los que se encuentra la resistencia de las alimenticias a bajar precios de sus productos. Claro que la Coordinadora de Empresas Alimenticias (COPAL) sigue negando la responsabilidad de sus representadas.

El propio Daniel Funes de Rioja, presidente de la entidad y de la UIA, defiende el papel de las empresas alimenticias que siguen presionando al Gobierno para que se elimine el descongelamiento de los precios de los productos.

 

Las alimenticias son el problema

Las alimenticias volvieron a dar la nota en octubre pese al congelamiento de precios. Lo hicieron luego de que el gobierno dictara la medida para frenar los aumentos y en una clara muestra de desafío.

Es que el debate sobre la inflación tiene cautiva a la sociedad que no tolera más subas de precios. Sin embargo, desde la COPAL siguen alentando el incremento de los precios de los productos, a contramano de la gente.

Ahora las consultoras midieron que pese al congelamiento de precios, la inflación volvió a superar el 3% en octubre. De acuerdo a las consultoras, la suba de precios estuvo impulsada por los capítulos “Alimentos y Bebidas”, “Educación” e “Indumentaria”.

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