Alimenticias: lobby y desabastecimiento para subir precios

Alimenticias: lobby y desabastecimiento para subir precios

La Secretaría de Comercio de la Nación imputó a una decena de empresas alimenticias por desabastecimiento de productos en las góndolas. La patronal del sector presiona para aumentar, y la COPAL se victimiza.

Los dueños de unas diez empresas alimenticias fueron imputados por la Secretaría de Comercio de la Nación por esconder sus productos y presionar el desabastecimiento en las góndolas, como instrumento de presión para la suba de precios.

El ardid patronal responde, además, a un intento por darle la baja a la Ley de Góndolas que tiene a las gigantes del sector en vilo puesto que tendrán que ceder apenas una parte de su poder monopólico a las pequeñas industrias y no quieren saber nada.

La Coordinadora de Industrias de la Alimentación (COPAL), a cargo de Daniel Funes de Rioja, que en teoría representa a todas las empresas alimenticias, una vez más salió a defender el interés de las grandes alimenticias y a victimizar al sector.

El propio Daniel Funes de Rioja salió a defender el accionar de las gigantes del sector y a asegurar que “sorprendió” la imputación de la Secretaría de Comercio de la Nación, en un contexto delicado, de caída del poder adquisitivo.

 

Imputadas

 

La Secretaría de Comercio acusó a las empresas Mastellone, Fargo, AGD, Danone, Molinos Cañuelas, Bunge, Molinos Río de la Plata, Unilever, P&G, Paladini y Potigian “por retención en sus volúmenes de producción”.

Es la imputación que realizó la Secretaría que dirige Paula Español. La misma se produce en momentos en que el Gobierno impulsa una baja en los precios de los alimentos y en la que la Ley de Góndolas avanzó contra el monopolio de las gigantes del sector.

Desabastecimiento de las alimenticias, la denuncia de Comercio.

 

La Subsecretaria de Acciones para la Defensa de las y los Consumidores (SSADC), realizó estas acusaciones luego de verificar que esas empresas habrían incumplido la intimación a “incrementar su producción hasta el más alto grado de su capacidad instalada”.

 

No se hacen cargo

Mientras tanto, la patronal alimenticia sigue sin hacerse cargo por las imputaciones, al punto que el propio presidente de la Coordinadora de Empresas Alimenticias (COPAL), Daniel Funes de Rioja, dijo que «Nos sorprendió mucho, y para mal».

En el programa A Dos Voces, el titular de la COPAL se mostró visiblemente molesto y desafió al Gobierno: «Parecería que nos olvidamos que el propio Presidente dijo que éramos una industria esencial”, se quejó.

«¿Apropiarse de la producción o decirme cuánto tengo que producir? ¿Para quién? ¿Quién lo financia? ¿Quién me da los insumos y la materia prima para producir? Me sorprende mucho, y me sorprende mal», se victimizó el titular de la COPAL.

Esto, al referirse a las imputaciones que la Secretaría de Comercio Interior realizó ayer sobre grandes empresas por “retención en sus volúmenes de producción o falta de entrega de determinados productos de consumo masivo para su comercialización”.

 

Victimización patronal

En declaraciones televisivas al programa Dos Voces, el presidente de la COPAL dijo haber recibido la noticia con “frustración”. «El problema es la frustración de no poder generar un diálogo por el canal que corresponde ante un sector productivo”, dijo.

Para el referente de las gigantes alimenticias el sector no debe ser interpelado por el Gobierno y se le debe dar vía libre para que haga lo que quiera, porque “no sólo produce para el país y para su consumo sino que exporta 25 mil millones de dólares”.

Así, Funes de Rioja salió a victimizar a las gigantes alimenticias, sin negar las acusaciones del gobierno nacional, y defendiendo el accionar anti comercial y competitivo de las empresas que su entidad representa.

Mezclando las cosas, con Funes de Rioja

El empresario continuó afirmando que, “muchas de esas empresas habían sido invitadas la semana anterior (a la reunión convocada por el Gobierno para lanzar un acuerdo de precios y salarios).

En tal sentido se quejó porque “ahora se les imputa generar desabastecimiento. Parecería que nos olvidamos que el propio Presidente dijo que éramos una industria esencial”, dijo molesto el dirigente.

«Las empresas que fueron a la reunión y quienes venimos sosteniendo el diálogo con el Gobierno lo hacemos con un criterio constructivo, pese a todo los problemas que hubo: cierre de fronteras, paro de aceiteros, paro de camioneros”, sentenció.

 

Las alimenticias miran para otro lado

De acuerdo a la mirada de Funes de Rioja, el sector ha realizado un esfuerzo importantísimo durante el año pandémico. “La industria alimenticia, que cubrió todo el año de abastecimiento, cubrió el plan Alimentar y cumplió con todos los protocolos.

Sin embargo, ante los señalamientos del Estado, las gigantes del sector no salieron a defenderse y prefirieron callar, lo cual marca que las acusaciones son correctas y que volvieron a accionar para aumentar los precios.

“Todo esto contra un 36% de inflación y un 36% de devaluación del tipo de cambio oficial, contra el 35% de aumento de la logística, contra aumentos de materias primas que han ido del 40 al 90%, contra aumentos de salarios de entre un 32 al 38%”, victimizó Funes de Rioja.

El referente patronal aseguró que ”la industria de la alimentación cumplió. Y ahora nos dicen que tenemos que producir a full, que hay que incrementar la producción ‘hasta el más alto grado de su capacidad instalada’. ¿Y esto de dónde sale? De la Ley de Abastecimiento, que es absolutamente inconstitucional”.

Vale recordar que las imputaciones de la Secretaría de Comercio recayeron sobre Mastellone, Fargo, AGD, Danone, Molinos Cañuelas, Bunge, Molinos Río de la Plata, Unilever, P&G, Paladini y Potigian.

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