APLA apuntó a la política y denuncia el deterioro del sistema antigranizo y alerta por graves daños productivos en Mendoza

APLA apuntó a la política y denuncia el deterioro del sistema antigranizo y alerta por graves daños productivos en Mendoza

“No se trata de un fenómeno climático inevitable, sino del resultado directo de decisiones políticas que han socavado un sistema fundamental de prevención y mitigación que había demostrado su efectividad a lo largo del tiempo”.

 

La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) denunció el precario estado del actual modelo de lucha antigranizo implementado en la provincia de Mendoza yadvirtió sobre las graves consecuencias productivas que ya comienzan a sentirse, particularmente en el departamento de San Rafael, tras las intensas tormentas del último fin de semana.

Según el gremio de pilotos, “el reciente cambio en el sistema antigranizo provincial ha debilitado de manera significativa un esquema que es altamente especializado y que no admite improvisaciones. El despido de pilotos de la empresa AEMSA, con amplia experiencia en este tipo de operaciones, y la posterior contratación de empresas sin la idoneidad técnica necesaria, terminó por socavar un mecanismo clave de prevención y mitigación frente a las tormentas de granizo”.

Desde APLA señalaron que, en la actualidad, el modelo antigranizo vigente «carece de la experiencia y la capacitación imprescindibles para operar de forma eficaz”. A esta situación se suma reportes aún más preocupantes: las bengalas utilizadas para la siembra de nubes estarían vencidas, lo que habría reducido considerablemente su efectividad en la contención de los fenómenos climáticos severos.

Las consecuencias ya son visibles. Tormentas que no lograron ser mitigadas descargaron granizo de manera directa sobre zonas productivas, afectando gravemente a la vitivinicultura y generando pérdidas económicas que no solo impactan en los productores de San Rafael, sino en toda la provincia.

En este contexto, desde APLA afirmaron que “no se trata de un fenómeno climático inevitable, sino del resultado directo de decisiones políticas que han socavado un sistema fundamental de prevención y mitigación que había demostrado su efectividad a lo largo del tiempo”.

 “El daño que hoy afronta la producción es consecuencia de malas decisiones tomadas en el último período”, sostuvieron.

Para finalizar, APLA alertó que, de no revertirse este rumbo, las pérdidas podrían profundizarse en los próximos eventos climáticos, comprometiendo no solo la producción vitivinícola, sino también el trabajo, la economía regional y el desarrollo productivo de Mendoza.

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