La CTA Autónoma salió a bancar fuertemente la huelga de Aceiteros –que lleva adelante con Urgara- en lo que la admite no como una lucha gremial sino como una medida de disciplinamiento gremial por parte de las cámaras patronales.

Dicen desde las patronales que producto del paro de la Federación Aceitera, conjuntamente con la Unión de Recibidores de Granos, las empresas perdieron 100 millones de dólares en un día. El análisis hecho desde el sector sindical es que esa suma “pagaría largamente el aumento salarial exigido. Este dato no hace más que dar cuenta que no está en debate la posibilidad de pagar o no de un sector que ganó con todos los gobiernos, especialmente con el anterior, sino que estamos ante una medida de disciplinamiento gremial”.

Criticaron a CIARA, la patronal aceitera, ya que los gremios se mostraron en todo momento abiertos a la discusión y al debate y el empresariado fue “irreductible, estando dispuesto a perder más plata por no pagar los salarios que corresponde que si oportunamente hubiera accedido al incremento solicitado”.

El paro sigue, el Gobierno aun no encuentra, no puede, no quiere, no sabe, como encontrar una salida a un conflicto que lo tiene en vilo hace casi un mes.