La cadena de tecnología Start cerró sus 30 locales y dejó sin trabajo a sus 200 empleados

La cadena de tecnología Start cerró sus 30 locales y dejó sin trabajo a sus 200 empleados

Sus fundadores Nicolás Osta y Esteban Isorna expandieron la cadena en 2024 y sumaron línea blanca. Con la promesa de una indemnización en 3 cuotas pidieron a sus empleados del interior que renuncien

 

 

Por Graciela Moreno

 

 

La cadena de tecnología y electrodomésticos Start cerró todas sus tiendas en Argentina y despidió al personal por teléfono. Sus dueños, Nicolás Osta y Esteban Isorna de Omni Group lanzaron la marca en septiembre de 2021. Llegaron a tener 30 locales en 9 provincias argentinas y un staff de 300 trabajadores. Los últimos locales los cerraron el 6 de agosto.

El primer local de Start abrió en Cabildo y Juramento y el foco era productos de tecnología premium. Comenzaron con una propuesta comercial con foco en la electrónica y una oferta que incluía televisores hasta consolas, gaming, joysticks, notebooks, celulares, tablets y componentes de PC. En el último año, ampliaron su cartera y sumaron línea blanca, heladeras, lavarropas y aires acondicionados, además de electrodomésticos de alta gama.

En 2024, pese al contexto, Start decidió abrir cada vez más sucursales. En diciembre pasado abrió un local en Caballito de 160 metros cuadrados y un segundo local en la provincia de Salta de 300 metros cuadrados. El anuncio de prensa contó que la inversión de esas aperturas fue de 235 millones de pesos.  

Los dueños de Start festejaron a fin de año las aperturas de 2024 en Salta, Caballito, Rosario, Bahía Blanca, Misiones y San Juan. Incluso en octubre del año pasado lanzaron una campaña en la que comunicaban “Todo lo que necesitas en un solo lugar” y hasta “Probar lo que vas a comprar antes de comprarlo”. Pero justamente este último slogan les quedó viejo, ya que decidieron cerrar las sucursales para continuar con la venta online.

Los locales de Start cerraron entre fin de julio y la primera semana de agosto

Se repite la historia de la cadena Garbarino que llegó a tener hasta más de 4.000 trabajadores con los dueños originales, luego fue comprada por Carlos Rosales, y luego fue cerrando casi todas las tiendas y dejando en la calle a todos sus trabajadores sin pagarles la indemnizacióny . Por eso, e muchos de los trabajadores de Start repitieron sin querer el mismo sufrimiento ya que muchos trabajaron antes en Garbarino y en Compumundo y fueron despedidos y aún siguen en juicio para cobrar sus indemnizaciones cuando los despidieron hace 4 años.

En el caso de Start el modus operandi fue similar. Empezaron a entregar cada vez menos mercadería a los locales, incluso marcas como Samsung ya no se conseguían en locales del norte desde hace meses. A la baja del consumo y caída de ventas se sumaba que los dueños habían decidido desabastecer los locales y no había mucha mercadería para vender. Algunas marcas ya no les vendían por la situación crítica.

Los empleados cuentan que hasta marzo de este año los productos seleccionados se financiaban en 12 y 18 cuotas. Incluso en las sucursales había orden de que si un producto estaba inmovilizado 90 días se lo podía rebajar hasta un 40% si el pago era de contado. Algo que no les convenía a los trabajadores porque perdían comisiones.

Si bien los rumores que decían que la empresa no estaba bien eran cada vez más fuertes, desde Start los desmentían. En un momento,  les decían a sus empleados de CABA que iban a cerrar todas las sucursales del interior y que toda esa mercadería llegaría a la Capital. 

En junio comenzaron los cierres de las tiendas de Bahía Blanca y San Miguel. Luego siguieron por Posadas, Salta, San Juan, Córdoba, Mar del Plata y Mendoza. En agosto cerraron todo el resto de las sucursales. Hasta el fin de semana pasado funcionó la tienda de Start del Alto Palermo, entre otras.

La crueldad y el maltrato de Nicolás Osta y Esteban Isorna de Omni Group para con sus empleados fue increíble. En la mayoría de los casos, esperaron la hora de cierre de los locales y media hora más tarde llamaron a los encargados , les comunicaron el cierre y les pidieron que le avisen al resto del personal. Como todavía no habían pagado los sueldos de julio, en muchos casos les dijeron que si no devolvían la llave del local antes de las 15 horas del día siguiente no les pagarían el sueldo. Al interior fue personal de la firma en persona a cerrar los locales.

No fue la única amenaza que recibieron los empleados.  A muchos, en especial de los locales del norte del país, les exigieron que renuncien, a cambio de hacer un plan de pago de tres cuotas para pagarles las indemnizaciones. La otra alternativa era esperar la llegada de telegrama e ir a juicio. En este contexto difícil, la mayoría de los trabajadores del interior, renunciaron porque necesitaban cobrar aunque sea una cuota hasta poder encontrar un nuevo trabajo. Pero todavía no tienen ni noticias del pago. Hasta hoy, recursos humanos respondía que “no había novedades”.  

Los trabajadores de CABA y GBA se enteraron porque los responsables de cada sucursal recibieron un llamado telefónico el miércoles 6 de agosto media hora después del cierre. Los obligaron a llamar a cada uno de los trabajadores y darles la noticia por teléfono. A diferencia de los trabajadores del interior, no los obligaron a renunciar, les mandaron el telegrama.

El texto del telegrama señala “debido a una grave situación económica y financiera que excede la capacidad de gestión de esta empresa y que ha generado una disminución razonable y justificada de trabajo, no imputable a la conducta de la empleadora, se ha tomado la decisión de rescindir la relación laboral que lo vinculaba con esta parte en los términos del artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo”.  

El reclamo de los trabajadores, que ni quieren dar sus nombres por temor a las represalias, es que “la empresa deberá probar que estaba en crisis. En 2024, abrieron sucursales por todos lados, no pueden probar la crisis. Sin el Procedimiento Preventivo de Crisis no pueden pagarlos el 50% de la indemnización como intentan”.

Casi sin mercadería para la venta online, la cadena de electro y tecnología Start desapareció de golpe del mercado. Así como se posicionó en poco tiempo, desapareció. “Por ahora, mantienen abiertos los locales de su otra cadena Paraíso que tiene accesorios de moda. Aunque nadie sabe que ocurrirá”, señala un ex encargado.

Es la segunda cadena que cierra intempestivamente todos sus locales. Si bien el recorte de personal lo comenzaron hace un tiempo, locales que tenían 10 empleados quedaron con 5. Se estima que el cierre total de la cadena Start dejó en la calle a 200 empleados, por lo menos. 

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