La CGT empezó a calentar los motores de la Marcha Federal Universitaria, que se llevará adelante este martes 23 de abril y aglomeró a innumerables y diversos sectores en defensa del sistema universitario argentino. En ese camino, este lunes la central lanzó un corto audiovisual que resalta la importancia y la calidad de la educación superior en el país, a través de las voces de trabajadores agremiados en sectores como Judiciales, FATUN y UOCRA y SGBATOS.

Corto de la CGT. Realización: Prensa CGT

Los testimonios surgen de trabajadores/as que cursaron sus estudios en prestigiosas instituciones como la Universidad Nacional de las Artes, la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y la Universidad de Buenos Aires. El guion incluyó a sus progenitores como símbolo de las generaciones y esfuerzos que se destacan en el proceso de una carrera universitaria y en la búsqueda de ilustrar cómo el acceso libre y público a la educación superior transformó sus vidas.

Durante el trabajo, realizada por el área de Prensa de la CGT a cargo de Jorge Sola, cada relato subrayó el impacto positivo de la universidad pública en su desarrollo personal y profesional y –esencialmente- como elemento igualador y de movilidad y ascendencia social.

Cobertura exclusiva de Sonido Gremial en la Universidad Nacional de Lanús

El mensaje de la CGT a través de este corto no es para nada inocente: la universidad pública y gratuita no solo beneficia a individuos, sino que es esencial para el desarrollo nacional pero además, es una postura radical y premonitoria de lo que será cada plaza y ciudad argentina este 23 de abril y que convocará a una eje multitud en la Plaza de Mayo ante los fuertes y feroces recortes del Gobierno Nacional a la universidad.

Cobertura exclusiva de Sonido Gremial en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora

Durante los últimos días, el Poder Ejecutivo intento desactivar la marcha y enviar un mensaje a la sociedad: estaban negociando con las universidades.

¿Qué ofrecieron?

Las universidades poseen una distribución clara en el presupuesto. El 95 por ciento del financiamiento se destina al pago de salarios. El 5 restante es para el funcionamiento básica de las casas de estudio. El setenta por ciento que el Gobierno ofreció es sobre la base de ese cinco por ciento, es decir, solo para garantizar al menos un base del funcionamiento y estirar la agonía. Es decir, no se pagarían aumentos de salarios y apenas se podrá destinar una migaja al pago de mantenimiento. Pobre.