Capacitación, compromiso y lucha

Capacitación, compromiso y lucha

La secretaria de Igualdad de Oportunidades y Género del Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación Córdoba (STIA – Córdoba) conversó con La Rel acerca de los avances y logros de las mujeres de la alimentación.

-Cuéntanos sobre del encuentro de mujeres trabajadoras de la alimentación que tuvo lugar en Córdoba.

-El 12 de marzo, celebramos con las compañeras de la alimentación de todas las fábricas de la provincia el Día de la Mujer. Fue un encuentro de reflexión, capacitación y compromiso de seguir con la lucha para que se nos escuche.

Participó, Marité Puga, subsecretaria del Ministerio de Salud, entre otras destacadas disertantes.

En total participaron 356 trabajadoras y 30 compañeras de la Comisión de Mujeres.

-¿Se notan cambios?

-Sí, hoy la mujer está despertando. Ya no es aquello de “pobrecita yo que estoy sola”. Se dan cuenta que hay organismos y que estamos nosotras, sus propias compañeras, para defenderlas.

Cada vez hay más participación y compromiso. Antes las denuncias eran anónimas en su mayoría. Hoy viene la víctima, o viene el victimario atajándose. La brecha se va achicando.

Un convenio que falta implementar

-Se acaba de cumplir un año de la ratificación del convenio 190 de la OIT. ¿En qué ha mejorado para la mujer trabajadora este convenio?

-Somos el cuarto país en ratificarlo. Hubo avances en distintas áreas, pero aun nos faltan pasos por dar, como una ley nacional que aborde la problemática.

A los trabajadores privados nos cuesta hacerlo cumplir, en parte por la ausencia de una ley nacional. El 6 de octubre del año pasado firmamos el protocolo de erradicación y violencia del ámbito laboral con el Ministerio de la Nación y la cámara de empresarios, pero todavía no está aceitado.

Esa es nuestra tarea de este año con el compañero Héctor Morcillo, secretario general de la Federación.

Decir “Sí, puedo”

-¿Cómo evalúas los encuentros del Comité Latinoamericano de Trabajadoras de la UITA (Clamu)?

-Conocer lo que sucede en otros lados es muy importante. Nos acerca a otras realidades que nos interpelan, permiten reconocer los avances que tenemos en Argentina y todo lo que nos falta.

Durante la pandemia las reuniones del Clamu se transformaron en un punto de encuentro de mujeres de toda la región, un espacio para intercambiar reflexiones y exteriorizar sin complejos nuestras problemáticas.

-¿Y el colectivo LGBTI, avanza en la organización?

-También estamos en eso. José Herther de la empresa Vanoli, representa al movimiento LGBTI en la institución y él forma parte activa de nuestro trabajo.

Él es delegado y cuenta con el respeto de sus compañeros, de sus compañeras, y para la empresa es un trabajador más.

Así como José, tenemos a muchos compañeros y compañeras del colectivo LGBTI, que se vienen sumando a las actividades sindicales y es un gran avance.

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