Por Julián Alvez

Los trabajadores del Hospital Garrahan continúan con su reclamo salarial, alegando que el Gobierno no les acercó ninguna propuesta concreta. A diferencia de los residentes -que son contratados por el Ministerio de Salud-, el resto de los empleados depende financieramente del Consejo de Administración del nosocomio.

Los empleados del Garrahan piden un incremento salarial, el cual podría estar sustentado en mayores erogaciones presupuestarias, algo que desde Nación no están dispuestos a convalidar.

En cambio, en Salud que tiene que haber una readecuación de los fondos que tiene el hospital. “El acta [de conciliación] fue explícita: la pauta salarial se discute en la paritaria nacional. Aun así, se dejó la puerta abierta a mejoras locales solo si se financiaban con recursos genuinos del hospital”, afirman.

De no mediar cambios en esta postura, parece prácticamente un hecho que no habrá acuerdo en la audiencia de conciliación obligatoria que se celebrará esta semana en la Secretaría de Trabajo de la Nación.

Los trabajadores del Garrahan continúan con su reclamo salarial

Mientras tanto, la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT) y ATE Garrahan anunciaron para este miércoles un paro de 24 horas, el cual estará acompañado por un festival en la calle del hospital. En tanto, el domingo próximo se llevará a cabo un paro parcial de 7 a 14 horas y una bicicleteada hacia el Obelisco porteño.

En el Ministerio de Salud de la Nación, comandado por Mario Lugones, afirman que los sectores que convocan al paro están incumpliendo las condiciones de la conciliación obligatoria prorrogada la semana pasada. “No cumplir con ese acuerdo atenta contra la buena fe negocial”, afirman.

En tanto, desde sectores gremiales del nosocomio retrucan que este clima se produce porque no ha habido propuestas concretas de parte de la administración libertaria. “En la última audiencia ni siquiera fueron representantes del Hospital y no tuvimos ofertas. Creemos que la nueva reunión es un intento dilatorio”, remarcan.

Desde ese sector se encargan de remarcar que habrá personal permanentemente en el hospital, garantizando atención para urgencias e internación. Los residentes del nosocomio no pararán en simultáneo. “Vamos a seguir trabajando”, avisan.

Los trabajadores del hospital, que dependen de las erogaciones presupuestarias que el Ministerio de Salud hace al Consejo de Administración del Garrahan, piden un salario mínimo igual a la Canasta Familiar que calcula el ATE INDEC, que al día de hoy es $ 1.819.121.

La nueva medida de fuerza se llevará a cabo este miércoles (Foto: Jaime Olivos)

Cayó muy mal en esos sectores la justificación que dio Milei sobre el salario mínimo en su último reportaje ante LN+. “Si van a hablar del reclamo y ponen con la línea de pobreza, vos tenés que usar un ingreso de una persona. No se compara la línea de pobreza de una familia tipo de cuatro personas contra un ingreso, que era lo que estaban haciendo. Cuando decían ‘la línea de pobreza es de $ 800.000′ ese es el caso para cuatro personas. La línea de pobreza es $ 360.000″, afirmó.

“Fue una declaración de guerra”, afirmó uno de los trabajadores a este medio.

El Gobierno considera que la tensión con los trabajadores seguirá durante las próximas semanas. En la gestión libertaria afirman que el presupuesto que tiene el Garrahan es acorde (o incluso mayor) a lo que debería ser y que, en todo caso, deberían reajustes y nuevas medidas para distribuirlo entre los trabajadores.

“Tenemos que ahorrar las partidas para que eso vaya directamente a los incrementos salariales. Porque hay plata, el tema es que se usa para quienes no trabajan”, comentó su postura una altísima fuente del Gobierno.

Un análisis realizado por Chequeado indica que en el primer año de gestión de Milei las transferencias nacionales para el Hospital Garrahan aumentaron un 10% real respecto a 2023. En tanto, el Gobierno prorrogó el Presupuesto para este año, lo que indica una caída de 30% en términos reales respecto a 2024. De esa decisión se traduce que para los primeros 5 meses de 2025 la Nación le giró al Garrahan un 7,2% menos de recursos que en el mismo período del año anterior.

Los giros del Estado nacional configuran el 80% de los fondos del nosocomio, el 20% restante corresponde a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que cumplió con sus envíos mensuales, pero un 21,5% menos en términos reales respecto a 2024.

En el Ministerio de Salud de la Nación consideran que el presupuesto que tiene el hospital está en niveles óptimos y que, en cambio, lo que sobra es la cantidad de personal: en rigor, están convencidos de que la dotación actual del nosocomio podría tener cerca de un 20 por ciento menos que los números actuales.

En las próximas semanas podrían verse algunos de los primeros despidos. Creen que la implementación del control biométrico arrojará datos sobre supuestos empleados que no asistían a trabajar y que esto podría configurar desplazamientos.

En el Ministerio de Salud de la Nación consideran que el presupuesto que tiene el hospital está en niveles óptimos (Foto: Maximiliano Luna)

Ante las acusaciones de que el hospital podría tener “ñoquis”, el secretario general de ATE Garrahan, Alejandro Lipcovich, afirmó días atrás: “Gestionan el Garrahan desde 2023 y no identificaron un solo ñoqui. Los hechos son salarios básicos por debajo de la línea de pobreza”.

En el anuario 2024 de información estadística se plasmó que el Hospital Garrahan cuenta con 4728 agentes de planta: 957 de logística, 581 en cargos de conducción y 3190 en el área asistencial (quienes trabajan directamente con las tareas de los pacientes).

En el Gobierno plantean un número diferente: 5872, porque contabilizan al personal de empresas tercerizadas, que no son empleados propios, pero que se pagan con recursos de manejados por el Consejo de Administración del instituto. “El Garrahan tiene 5872 empleados y 582 camas. Esto es 10,1 de empleados por cama, muy por encima del rango internacional recomendado, que es de entre 4 y 7″, afirman.

Por su parte, desde el hospital aseguran: “Hay 473 administrativos sobre 4.728 trabajadores del hospital, es decir, un 10%. Mientras que el personal asistencial es un número de 3.190 trabajadores (67%)“. ”No son solo los médicos, son personal de enfermería, técnicos, extraccionistas, farmacéuticos y un montón de otras profesiones que trabajan en el hospital".

Uno de los ejes del próximo recorte será en los cargos jerárquicos médicos. “Hay 188 cargos de este tipo sobre 546 médicos [solo toman los médicos en planta y no los residentes, que son 365, ni otras especialidades como kinesiólogos, enfermeros, entre otros], un 34,4%. Esto es una distorsión grande de la pirámide jerárquica. En un hospital eficiente, esta relación debería estar entre el 10 y el 15%. También afirman que en la medida siga el control biométrico que se instaló desde hace algunas semanas, comenzará a conocerse quiénes mantienen la asistencia y quienes no.

“El Hospital Garrahan está sobredimensionado en personal, especialmente en las áreas no médicas y en cargos jerárquicos. Tiene una estructura piramidal invertida, que representa un modelo ineficiente. Esto explica la presión sobre el presupuesto y la necesidad de un rediseño profundo de la dotación”, afirman.

Otro de los mecanismos que están pensándose para recortar el gasto es la confección de nuevas licitaciones de medicamentos que ponga como referencia el precio de salida del laboratorio (y no de precio de mercado). Los reajustes de estos esquemas también serán para otros insumos, así como de los servicios tercerizados que son contratados por el hospital.

En simultáneo a los reclamos, el Hospital Garrahan fue noticia nacional días atrás al haberse realizado una cirugía histórica, donde un equipo multidisciplinario logró realizar una operación dentro del útero de una madre, marcando un hito en la medicina de alta complejidad en Argentina. La cirugía fue realizada por un equipo de 25 profesionales, entre los que se incluyeron obstetras, neurocirujanos y especialistas en anestesia, quienes trabajaron de manera coordinada para llevar a cabo el procedimiento sin poner en riesgo ni a la madre ni al bebé.