Convenio pionero de la minería argentina amplía derechos y promueve la igualdad de género

Convenio pionero de la minería argentina amplía derechos y promueve la igualdad de género

El sector minero argentino dio un paso histórico al concretar un convenio colectivo pionero que redefine y moderniza las licencias por tareas de cuidado. Una medida largamente esperada por organizaciones sindicales y empresariales que buscan adaptar la actividad a los nuevos estándares internacionales en materia laboral y de igualdad.

La Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) y la Asociación Sindical del Personal Jerárquico, Profesional y Técnico de la Actividad Minera Argentina (Asijemin) firmaron este acuerdo. El mismo incorpora derechos innovadores y establece una serie de herramientas destinadas a favorecer la conciliación entre el trabajo y la vida personal. Con un enfoque en la inclusión y la perspectiva de género.

Este convenio actualiza las prácticas laborales de la industria minera. Pero también se alinea con convenios internacionales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y con las disposiciones de la Ley 26.485. Es la que establece la protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género. Su implementación representa un avance significativo en un sector caracterizado tradicionalmente por estructuras fuertemente masculinizadas. Y por dinámicas laborales intensivas, donde el equilibrio entre el ámbito personal y profesional muchas veces resulta difícil de alcanzar.

Las nuevas disposiciones buscan garantizar que las personas que trabajan en la actividad minera cuenten con herramientas que les permitan ejercer plenamente sus responsabilidades familiares sin ver afectado su desarrollo profesional. La industria minera registra actualmente una participación femenina de apenas el 12,5%, muy por debajo de los países líderes del sector. Lo cual pone en evidencia la importancia de políticas activas que contribuyan a reducir brechas y promover un entorno más equitativo.

Uno de los puntos centrales de este convenio pionero es la ampliación de la licencia por maternidad. Mientras que la Ley de Contrato de Trabajo establece un mínimo de noventa días, el nuevo acuerdo suma treinta días adicionales. Con el objetivo de brindar mayor acompañamiento durante los primeros meses de crianza. Para el progenitor no gestante, la licencia pasa de solo dos días a quince días corridos, con la posibilidad de agregar cinco días más en caso de nacimientos múltiples. Este cambio implica un avance significativo en materia de corresponsabilidad familiar.

El convenio también incorpora licencias vinculadas a situaciones que hasta ahora no estaban contempladas de manera explícita en el sector. Una de ellas es la licencia por interrupción de embarazo, que reconoce hasta cinco días corridos con absoluto resguardo de la confidencialidad. Se trata de un avance relevante en términos de salud integral y de reconocimiento de derechos reproductivos.

Otro punto novedoso es la licencia por violencia de género, que otorga hasta quince días por año, continuos o discontinuos. Para que la persona afectada pueda realizar trámites, recibir asistencia o atravesar momentos críticos sin la presión de perder ingresos. También se incorpora la licencia por reproducción asistida, con hasta quince días por año calendario. Y una licencia de noventa días para procesos de adopción, contados desde el otorgamiento de la guarda judicial, además de permisos adicionales para visitas y evaluaciones previas.

En términos operativos, el convenio incorpora nuevas obligaciones para las empresas mineras. Una de ellas es la provisión de espacios adecuados de lactancia en los establecimientos. Además, se sustituye la obligación de contar con guarderías físicas por un sistema de reintegros equivalente al 40% del salario mínimo de la categoría Asistencia y Cuidados de Personas. Lo que permite mayor flexibilidad para las familias y una mejor adaptación a las realidades territoriales donde operan las compañías.

Durante la presentación de este convenio pionero, Roberto Cacciola, presidente de CAEM, destacó que la inclusión y la igualdad forman parte de los objetivos prioritarios de la entidad. Y que este acuerdo consolida un proceso de trabajo sostenido entre representantes de empresas, equipos técnicos y asesores legales. “Siempre buscamos generar cambios concretos y perdurables. Estas medidas permiten ampliar derechos en un sector que se encuentra en plena expansión. Esperamos que su implementación pueda servir de inspiración para que más sectores productivos avancen en la misma dirección”.

Por su parte, Alejandra Cardona, directora ejecutiva de CAEM, vinculó la iniciativa con la agenda global de transición energética. Señaló que, así como se proyectan transformaciones en la matriz productiva, también es necesario impulsar una transición justa que garantice igualdad de oportunidades. Cardona recordó que la minería argentina estima duplicar sus puestos de trabajo en los próximos diez años, al pasar de 100.000 a 200.000 empleos. Y planteó un interrogante clave: cuántos de esos nuevos puestos serán ocupados por mujeres. En ese sentido, subrayó que el convenio constituye un avance concreto hacia espacios más equitativos y modernos.

Desde Asijemin, su secretario general, Marcelo Mena, puso el foco en la necesidad de romper con esquemas culturales arraigados que limitaron históricamente el desarrollo profesional de las mujeres en la industria. “Nuestro deber es generar condiciones para que las compañeras puedan crecer sin que la maternidad o las tareas de cuidado sean un obstáculo. Terminar con prácticas machistas y desactualizadas es imprescindible para construir una minería inclusiva”.

Por su parte, la secretaria adjunta del sindicato, Carla Costabile, afirmó que “aunque reconocemos que la senda hacia la igualdad es continua, este acuerdo representa un avance histórico y decisivo. Porque es la primera vez que en la actividad se introducen cláusulas específicas con perspectiva de género. Esto hace visible y atiende las diferencias y dificultades que enfrentamos tanto en el trabajo como en nuestra vida cotidiana por el hecho de ser mujeres en una actividad masculinizada”.

“Ratificamos que el progreso y la mejora de las condiciones laborales solo son posibles mediante la lucha colectiva y la acción sindical. Principalmente en un momento en que los sindicatos y la organización de los trabajadores está tan mal vista. Las mejoras que uno puede conseguir individualmente son a discreción de las empresas y siempre y cuando seamos funcionales individualmente. Habilitando situaciones de discriminación. Los logros por convenio, por el contrario garantizan un piso al que podemos acceder todos y todas las trabajadoras del universo representado”.

El acto de firma del convenio contó con la presencia de representantes de ambas organizaciones. Por Asijemin participaron, Mariana Quiroga y León Piasek. Por CAEM asistieron Juan Ignacio Boragina, Julieta Lucero, Isabel Nanzi y Javier Adrogué. También estuvieron presentes Verónica Carpani y Marina Faedo Pérez, del estudio jurídico especializado en derecho laboral con enfoque de género Carpani & Faedo Pérez. Además de Jimena Barry, representante de WIM Argentina, organización que promueve la participación de las mujeres en la minería.

El convenio firmado entre CAEM y Asijemin constituye un avance trascendental para el sector minero argentino. Al ampliar derechos, reconocer nuevas realidades familiares y promover la igualdad de género, se convierte en un modelo posible para otras industrias que buscan adaptarse a los desafíos sociales y laborales contemporáneos. Su implementación marcará un punto de inflexión en la forma en que la minería se vincula con su fuerza laboral, y abre la puerta a un futuro más inclusivo, diverso y equitativo.

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