“El trabajo autónomo existe y es elegido efectivamente por muchos jóvenes como un trabajo más”, señaló el funcionario de Javier Milei. “Cuando el trabajo tiene las tres características, dependencia económica, técnica y jurídica, entonces sí se configura como relación de dependencia, pero cuando no las tiene, no es relación de dependencia y esto debe reflejarlo la legislación”, agregó.

Sobre los cambios planteados en el artículo 2 del proyecto, Cordero aclaró que “no se ha modificado en lo más mínimo el artículo 23, por lo que cuando la persona prueba que el trabajo tiene las características de la relación de dependencia, entonces será relación de dependencia. No hay ningún detrimento a los derechos de los trabajadores”.

El funcionario remarcó que la iniciativa busca también evitar la parálisis de contrataciones: “Si no se aclaran estos conceptos, frente al riesgo, no se va a contratar. Lo que hacemos es recordar que el Código Civil y Comercial existe y que los conceptos normativos deben aplicarse correctamente”.

Cordero destacó que la reforma está pensada para “modernizar el esquema laboral, especialmente para pymes y para trabajadores que buscan ingresar al mundo del trabajo”. Señaló que muchos jóvenes prefieren la modalidad autónoma por las características que ofrece, y que obligarlos a una relación de dependencia podría ser contraproducente.

“Los cambios que se han mencionado no afectan los derechos esenciales de los trabajadores. Lo único que se intentó fue aclarar conceptos y eliminar elementos sobrantes que, a través del tiempo, han sido utilizados de manera que paralizan la contratación”, explicó.

El secretario enfatizó que la reforma reconoce la dignidad del trabajo y el derecho de las personas a insertarse en la sociedad a través del empleo: “El trabajo es un derecho y no se lo puede quitar al trabajador de un plumazo, generando litigio o incertidumbre. Nuestra intención es proteger los derechos reales de los trabajadores y facilitar la contratación segura y clara”.

Por último, Cordero destacó que la reforma respeta las normas más favorables al trabajador y reafirma que la existencia del trabajo autónomo no resta valor al empleo en relación de dependencia: “No todos los jóvenes quieren ser trabajadores en relación de dependencia y obligarlos puede paralizar la actividad económica. El trabajo autónomo existe, es valioso y debe ser reconocido por la legislación”.