Crítica situación de trabajadores de biocombustibles en Bahía Blanca

Crítica situación de trabajadores de biocombustibles en Bahía Blanca

Los trabajadores del sector de biocombustible de Bahía Blanca se encuentran suspendidos desde el 1 de agosto, con las plantas paradas y sin producir. Los precios del sector no se actualizan desde diciembre de 2019, lo que provocó una situación insostenible: el precio del producto final es más barato que el precio de la materia prima. Es así que las empresas decidieron dejar de producir, suspender a todos sus trabajadores, a raíz de que es improbable continuar produciendo refinado que, finalmente, no tiene valor.

"Estamos muy preocupados con la situación de las refinerías en Bahía Blanca. Es algo que vivimos hace algunos años, y que no queremos repetir" aseguró Gabriel Matarazzo, Secretario General del Sindicato de Trabajadores del Petróleo, Gas y Biocombustibles de Bahía Blanca, adherido a la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles.

El gremio bahiense, echazó ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, las suspensiones de más de 600 trabajadores y reclamó la convocatoria a una mesa de trabajo con las cámaras, la cartera laboral, la Secretaría de Energía de la Nación, la cual ha renovado autoridades, y el Ministerio de Producción bonaerense.

Por otro lado, hay una enorme preocupación por parte de las refinerías, las cuales no están pudiendo comprar petróleo al precio de exportación. El petróleo en el mundo es más barato que el que se adquiere en Argentina: su valor de exportación está por debajo del barril criollo, y hace que las empresas exportadoras no tributen retenciones ni regalías, por lo tanto, es más rentable exportar que producir para el consumo nacional. Refinerías como Raizen y Trafigura deben comprar al valor del barril criollo, pagando regalías y retenciones, a un precio más caro por los valores congelados desde el 2019. Hay un anuncio de Trafigura de dejar de producir y comprar petróleo, por lo que configura un panorama muy incierto, tanto para las empresas como para los trabajadores.

"Los trabajadores no aguantan más, y con las fábricas paradas es imposible encontrar un camino para el desarrollo y bienestar de la sociedad" sostuvo Matarazzo.

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