Un dirigente cercano a Marcelo Balcedo trabaja para la intervención del SOEME

Un dirigente cercano a Marcelo Balcedo trabaja para la intervención del SOEME

Se trata de Claudio González, que participa en la mesa de negociación salarial; el interventor justificó su presencia

 

El Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (Soeme) de la provincia de Buenos Aires está intervenido judicialmente desde 2018, pero así y todo Marcelo Balcedo conserva su influencia. Balcedo heredó en 2011 de su padre Antonio el control de la seccional bonaerense del gremio que reúne al personal auxiliar de los establecimientos docentes. Pero su experiencia sindical se desvaneció cuando cayó preso en Uruguay por presunto lavado de dinero y tráfico de armas. Lo capturaron hace ya casi cuatro años en la chacra El Gran Chaparral, donde se hallaron 14 vehículos de alta gama (Porsche, Ferrari y un Mercedes-Benz edición McLaren), 500.000 dólares y 6000 euros en efectivo, según la policía uruguaya.

Balcedo goza de prisión domiciliaria en Uruguay y espera ser juzgado en ese país. A pesar de su caída, hace cuatro años, su nombre surgió otra vez en la vida interna del Soeme. El Sindicato de Trabajadores de la Obra Social para el Personal Docente (Sitosplad), que encabeza Alejandro Bassignani, denunció ante la Cámara Nacional del Trabajo a la intervención del Soeme por no habilitar su participación en la negociación paritaria con los empleadores. Se trata de una vieja disputa intra sindical por la representación de los trabajadores. Lo más novedoso no es eso, sino que en la mesa de negociación del Soeme está Claudio Marcelo González, un dirigente que trabajó en las gestiones de los Balcedo. González le factura al gremio como monotributista.

Julio Simón es el interventor del Soeme desde el 22 de mayo de 2020. Fue designado inicialmente por el juez Ernesto Kreplak y luego ratificado por la Cámara Nacional del Trabajo. Simón es un abogado de trayectoria y reconoció ante LA NACION la contratación de González, el aliado de Balcedo. “Necesito de colaboradores gremiales. No puedo hacer todo solo. Necesito de alguien que recorra escuelas y haga la acción gremial, de alguien que sea la voz de sus compañeros”, argumentó. También minimizó la influencia del dirigente en la mesa paritaria. “El que negocia soy yo, él es un colaborador gremial, como otros tantos que hay. Balcedo no tiene nada que ver”, dijo.

La pulseada sindical que destapó la presencia de un hombre de Balcedo en el Soeme involucra al Sitosplad, el gremio que reúne al personal de la obra social docente y que tiene unos 1200 afiliados, y a la Federación Médica Capital (Femeca). Tanto el Soeme como la Femeca rechazan la personería gremial del sindicato de Osplad y consideran que no tiene la representación legal para negociar en la paritaria. La disputa está judicializada. Mientras tanto es Simón, como interventor del Soeme, quien está a cargo de las gestiones. Y tan mal no le fue: cerró en 2021 un aumento salarial de entre 48 y 50 por ciento, según el sector, más un bono de $6000.

“Contra nuestra personería presentó un recurso Femeca y el Soeme trató de ser parte en el mismo proceso, pero en ambos casos el Ministerio de Trabajo lo rechazó y ahora está a punto de salir sentencia. No queremos que se termine en un expediente judicial”, dijo Bassignani, el representante de los trabajadores de Osplad, una obra social a la que su época dorada ya le pasó y que ahora atraviesa una graves crisis económica.

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