La discusión respecto de la protesta que paralizó buena parte del transporte en la zona metropolitana el pasado viernes por 12 horas, y que amenaza con volver a hacerlo por 24 horas la semana próxima, se instaló en las más altas esferas del transporte del país. Es que el costo político de la medida provocó que funcionarios salgan a sentar posición y lo hicieron con dureza.

En el Gobierno sostienen que «no es un paro» sino «un conflicto interno dentro del sindicato de la UTA» y que en realidad no se trata de una medida de fuerza de un sector del gremio sino de «un lockout patronal» impulsado por DOTA.

«Esto es terrible. Es un exceso, ya que no es un paro gremial sino un conflicto interno de un sector que perdió las elecciones en el sindicato de la UTA y quiere torcer el brazo teniendo de rehén a los usuarios con la complicidad de la empresa DOTA», afirmó la ministra de Trabajo «Kelly» Olmos en Radio 10.

«No es un conflicto por un reclamo laboral, sino que es un grupo dentro de la UTA que no pudo ganar las elecciones internas y por eso hacen esta medida. En realidad, parece más que DOTA está haciendo un lockout patronal», agregó la ministra.

Ante las declaraciones el propio Grupo DOTA publicó solicitadas este fin de semana en los principales diarios en las que dijo ser víctima de una «interna intra sindical» y catalogó de «ilegítima» la medida de fuerza del viernes.

Además, la firma aprovecha para aclarar que la agrupación Juan Manuel Palacios, que lidera Miguel Ángel Bustinduy, «representa a la gran mayoría de los trabajadores de nuestra empresa». Por último calificaron de «malintencionadas o erróneas» las interpretaciones que hablan de un lockout patronal.

Para agudizar la posición, la concesionaria de transporte empezó a enviar intimaciones a sus choferes para que presten tareas bajo apercibimiento de adoptar sanciones

En ese contexto, delegados de las diferentes líneas de DOTA salieron a marcar posición en lo institucional y también en lo legal. Le enviaron Cartas Documento, a las que pudo acceder en exclusiva InfoGremiales, en las que aclaran que no convocaron a ninguna protesta.

«Comunicamos a Ud. que la totalidad del personal del turno mañana se ha presentado a trabajar en tiempo y forma, pero se vieron imposibilitados a cumplir con sus obligaciones laborales, por impedimento de personal Jerárquico de la empresa», señala la misiva.

«Lo ocurrido fue prácticamente un lockout patronal en complicidad con la agrupación que determino la ilegal medida», remarca.

Por último, en la previa de la nueva acción proyectada para este jueves, le reclaman a DOTA que «nos conceda a todo el personal las garantías necesarias, para que todos los trabajadores tengamos la libertad de trabajo que nos confiere La Constitución Nacional y legislación vigente».