“Esta es la miseria que nos paga el Intendente Sebastián Abella” dice uno de los carteles pegados en el acceso a la biblioteca Municipal, donde funciona el Centro de Atención al Contribuyente. $27.098 es el sueldo neto a cobrar por un trabajador técnico administrativo, incluyendo cuatro anticipos a cuenta de futuros aumentos, los cuales no se terminan de concretar. $34.082, en otro de los casos, para quien cumple con 39 horas semanales.

El pasado martes, en el edificio de la biblioteca tuvo lugar una nueva reunión entre representantes del Departamento Ejecutivo y el sindicato de trabajadores, tras varios faltazos de los primeros. Esta vez, si bien dieron el presente no hubo ofrecimiento alguno para los trabajadores de incorporar un porcentaje al salario básico municipal.

El malestar entonces fue mucho más notorio, luego que el Intendente Sebastián Abella, anunciara el otorgamiento unilateral de un bono de fin de año, no remunerativo, de $15000 que sería abonado el 10 de diciembre. También anunció el adelanto del medio aguinaldo, considerándose estas medidas insuficientes para resolver la cuestión de fondo: la caída del poder del salario producto de la inflación.

En este contexto, una asamblea tuvo lugar esta mañana en la sede de la biblioteca, donde los empleados evalúan medidas a tomar. También reclamaron la falta de pago del complemento anunciado por el Gobierno Nacional, en cuanto a salarios familiares y discapacidad.

Recordaron, además, que el año comenzó con un aumento del 29%, ante una inflación proyectada por encima del 50%. Los más de 2 mil trabajadores y trabajadoras municipales de Campana permanecen alertas y endurecerían los reclamos de no haber propuesta alguna de mejora para sus sueldos.