Desde la consultora Gestión Capital Humano detallaron a Los Andes que las expectativas cambiaron abruptamente a partir de abril: “Se estimaban ajustes a la par de la inflación o un punto por debajo, pero el escenario se dio al revés. Los salarios se frenaron y los precios subieron más de lo previsto”. Según las proyecciones, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerrará en torno al 35%, muy por encima de los incrementos salariales otorgados.
La política oficial de convalidar paritarias en torno al 1% mensual también incidió en este deterioro. De acuerdo con un informe de la consultora Synopsis, solo el gremio de SMATA logró ganarle a la inflación en el primer semestre, con una mejora real del 2,4%. Los bancarios apenas empataron, mientras que el resto de los sindicatos acumuló pérdidas de entre 5% y 10% frente al costo de vida.
Para los economistas, este ajuste sobre los ingresos no es casual. Nicolás Aroma, del Centro de Economía y Finanzas de Mendoza, sostuvo al mismo medio que el Gobierno utiliza “salarios pisados” como ancla inflacionaria. Sin embargo, esa estrategia impacta en el consumo, que se convirtió en la variable de ajuste de un modelo con superávit fiscal, pero con caída en el poder adquisitivo de las familias.
La debilidad salarial se refleja en los comercios. El último informe de la CAME mostró que las ventas minoristas cayeron 2,9% interanual en agosto. En supermercados, los registros del Indec marcan una baja del 2,1% en julio respecto del mes previo. José Vargas, economista de Evaluecon, advirtió que rubros sensibles como vivienda, transporte y educación crecieron por encima del promedio inflacionario, erosionando aún más los ingresos reales.
En provincias como Mendoza, el deterioro es palpable. Un estudio del CEPA calculó que entre noviembre de 2023 y marzo de 2025 los trabajadores mendocinos perdieron entre $240.000 y $400.000 millones en poder adquisitivo, dependiendo de la canasta de referencia utilizada. En supermercados, la caída en las ventas en lo que va del año equivale a más de $120.000 millones menos facturados en términos reales.
El panorama hacia fin de año no anticipa mejoras. Con una inflación que podría superar el 35% y paritarias que no acompañan, los salarios seguirán perdiendo terreno. Para los especialistas consultados por el medio, la economía ingresó en un círculo vicioso: las empresas ajustan sueldos para contener costos, pero esa pérdida de poder de compra contrae el consumo y profundiza la recesión, dejando poco margen para una recuperación en el corto plazo.
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