Negociación paritaria CCT 244: la secretaria de trabajo convoca a audiencia y la FTIA ratifica el plan de lucha.
La negociación paritaria por el Convenio Colectivo de Trabajo 244 atraviesa un momento decisivo. Tras la masiva movilización de trabajadoras y trabajadores de la Alimentación a la sede de la cámara empresaria, la Secretaría de Trabajo de la Nación convocó a una audiencia para este viernes 19 de septiembre, citando a la Federación de Industrias de Productos Alimenticios y Afines (FIPAA), que representa a las patronales, y a los paritarios de la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA).
La medida responde al contundente rechazo gremial a la propuesta empresarial, considerada insuficiente frente al deterioro del poder adquisitivo. Desde la FTIA remarcaron que la convocatoria oficial no altera lo resuelto en relación con el plan de lucha: el lunes 22 de septiembre se realizarán asambleas en las puertas de los establecimientos y paros de dos horas por turno en todas las plantas de alimentación del país.
Cronología de un conflicto en ascenso
El conflicto por el CCT 244 se inició cuando las patronales ofrecieron un incremento salarial mínimo, muy por debajo de los índices inflacionarios. Desde entonces, la FTIA y los sindicatos provinciales desplegaron una estrategia escalonada: plenarios, presentaciones formales, asambleas en los lugares de trabajo y, finalmente, la movilización nacional que sacó a miles de trabajadores a la calle esta semana.
Esa demostración de fuerza fue determinante para que la Secretaría de Trabajo citara a la audiencia. Sin embargo, la Federación advierte que el llamado busca dilatar tiempos sin resolver la cuestión de fondo: la necesidad urgente de recomponer salarios que vienen perdiendo mes a mes contra la inflación.
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El plan de lucha: movilización, asambleas y paros en todo el país
La Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA) definió una estrategia de acción directa que se puso en marcha con la movilización masiva realizada esta semana en la Ciudad de Buenos Aires. Bajo la consigna de defender el salario frente al ajuste y la intransigencia empresaria, miles de trabajadoras y trabajadores se congregaron frente a la sede de la cámara patronal para expresar un rechazo contundente a la propuesta de incremento de apenas un 1%, alineada con la pauta oficial del gobierno nacional.
La FTIA marcho a la sede de la cámara empresaria (FIPAA) en reclamo de salarios.
La movilización tuvo un carácter histórico por su masividad y por la unidad lograda entre todos los sindicatos de la alimentación del país, que se hicieron presentes para respaldar a la FTIA. El Consejo Directivo destacó que la demostración de fuerza fue solo el comienzo de un plan de lucha que busca recomponer salarios y recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos meses.
La FTIA resiste al ajuste
El anuncio central fue claro: a partir del lunes 22 de septiembre comenzarán las asambleas en las puertas de los establecimientos y se realizarán paros de dos horas por turno en todas las plantas de la industria alimenticia a nivel nacional. Estas medidas marcarán una nueva etapa en el conflicto, con acciones de base en cada lugar de trabajo que permitirán visibilizar la demanda en todos los rincones del país.
La resolución fue tomada por aclamación durante la concentración frente a la Cámara Empresaria. Allí, los trabajadores señalaron que no hay margen para seguir tolerando la pérdida salarial frente a una inflación que pulveriza los ingresos mes a mes. “El salario no alcanza” no es solo una consigna: es la expresión de una realidad cotidiana que afecta a miles de familias que dependen de la industria alimenticia, un sector estratégico que genera riqueza pero donde los beneficios no llegan a quienes producen con su esfuerzo diario.
La FTIA realizó una masiva marcha a la sede de la FIPAA en reclamo de salarios
El plan de lucha se enmarca en un contexto político donde el gobierno de Javier Milei busca condicionar las negociaciones colectivas, imponiendo topes salariales que no tienen correlato con la realidad económica. Para la FTIA, aceptar esa pauta sería resignar derechos y condenar a las y los trabajadores a un deterioro progresivo de su nivel de vida. Por eso, la definición fue avanzar en medidas de fuerza que eleven la presión tanto sobre las patronales agrupadas en la Federación de Industrias de Productos Alimenticios y Afines (FIPAA), como sobre la propia Secretaría de Trabajo, que intentó dilatar la negociación citando a una audiencia sin resolver el reclamo de fondo.
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La lucha de todos
La estrategia del plan de lucha combina acción gremial en la calle, presión institucional y organización en cada planta. Con las asambleas y los paros escalonados, se busca mantener en movimiento al conjunto de los trabajadores, reforzar la unidad interna y sostener la visibilidad del conflicto en la opinión pública. La decisión de rechazar la pauta oficial del 1% refleja no solo un desacuerdo con una cifra, sino también con un modelo económico que transfiere la carga del ajuste a los asalariados, mientras libera a los grandes grupos empresarios de cualquier responsabilidad social.
Los plenarios de Alimentación expresan el compromiso colectivo de las trabajadoras y trabajadores de Alimentación para defender los salarios y derechos adquiridos.
En definitiva, el Plan de Lucha de la FTIA marca un punto de inflexión en la disputa salarial de 2025. Con medidas que combinan la movilización en las calles y la paralización de la producción, el gremio pone de relieve que la dignidad del trabajo no se negocia y que la defensa del salario es la defensa de toda la clase trabajadora frente a un gobierno que pretende imponer un ajuste sin límites.
El modelo económico y el impacto en la industria
La política económica del gobierno de Javier Milei es parte central del conflicto. La decisión de frenar las actualizaciones salariales funciona como un mecanismo para trasladar el ajuste a los bolsillos de las y los trabajadores, mientras los grandes grupos empresarios preservan márgenes de ganancia.
La apertura de importaciones y el desmantelamiento del aparato productivo vuelve a empobrecer a las trabajadoras y trabajadores.
En la industria alimenticia, históricamente uno de los sectores más dinámicos del aparato productivo argentino, la caída del consumo interno ya afecta la producción. El salario no solo se vuelve insuficiente para las familias trabajadoras, también limita la capacidad del mercado interno de sostener la actividad fabril. En este contexto, la consigna sindical es clara: “No al 1%, el salario no alcanza”.
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Renovación en el STIA Buenos Aires: unidad y continuidad
El escenario paritario se combina con un proceso político clave en el gremio. Rodolfo Daer, histórico dirigente de la Alimentación, confirmó que no buscará la reelección tras 41 años de conducción en el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) filial Buenos Aires. En su lugar, impulsó un proceso de trasvasamiento generacional que será encabezado por Sergio Escalante, actual secretario adjunto, quien irá como candidato a secretario general por la lista Verde Oficialista en las elecciones del 26 de septiembre.
Rodolfo Daer encabeza el proceso de renovación en la conducción del STIA Buenos Aires.
Escalante estará acompañado por Paola Benítez, trabajadora de Ice Cream, como candidata a secretaria adjunta. Daer, por su parte, ocupará el cargo de tesorero, manteniéndose en la vida institucional del sindicato pero en un rol de menor exposición. Este movimiento marca el fin de una era y la apertura de una nueva etapa, con la necesidad de fortalecer la unidad gremial frente a los embates de un modelo económico que busca debilitar la negociación colectiva y recortar derechos laborales.
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