"Llevamos más de dos años padeciendo las consecuencias de la violencia irracional que se ha instalado en este sector de la capital, sin que los distintos estamentos del Estado involucrados en la seguridad pública tomen las medidas necesarias para resguardar la integridad de los vecinos y locatarios", señaló en un comunicado el representante gremial de la industria gastronómica, Máximo Picallo, del que informó Radio Cooperativa.

En la nota difundida en Twitter, el líder sindical repudió "de forma enérgica" la agresión sufrida ayer a la tarde por Carlos Siri, dueño de un reconocido restaurante de Santiago, a manos de un grupo de vándalos, luego de prestar ayuda a una persona que había sido acusada de grabar a los manifestantes.

"Él lleva más de dos años tratando de salvar su negocio, la tradición de un local que tiene más de 50 años y que, lamentablemente, no solo ha tenido que luchar contra la pandemia sino también contra la violencia que ocurre todo los días viernes", dijo Picallo en alusión a las recurrentes protestas que ocurren en la céntrica Plaza Italia desde el estallido social de 2019.

Según explicó, la violencia ha causado un daño material y patrimonial en esta zona de la capital y llevaron al cierre de muchos locales, mientras que los que continúan conviven "con el miedo y el riesgo de ser atacados".

"Nos sentimos indefensos, sin protección y emplazamos a las autoridades y al gobierno que asumirá en marzo a terminar de una buena vez con este nefasto ritual que se ha instalado en Plaza Italia y sus alrededores, y también a enfrentar con decisión la violencia y delincuencia", sentenció.