Gerardo Martínez, el jefe de la UOCRA, es uno de los sindicalistas del momento. El caso de la detención del Juan Pablo "Pata" Medina, el líder del gremio platense de la construcción, lo puso en el ojo de la tormenta. Pero se desmarcó rápido. Culpó al separatismo de las seccionales por la crisis y cerró filas con el Gobierno y los empresarios. Letra P habló con Martínez mientras se aprestaba a participar de una mesa en el Coloquio de IDEA. "Nosotros tenemos diálogo permanente con los empresarios, y es algo sustentable, no es aislado", cuenta. 

-Caló rechazó responder sobre el caso Pata Medina. Usted lo conoció más...

-Lo que veo es que esto ocurre porque el Pata Medina es un outsider, algo que está fuera del contexto sindical, es algo raro. Lo importante es que la Justicia investigue la comisión de un delito. Es un personaje que genera mucho daño. El hecho de que no haya impunidad da la pauta de que Argentina está en un proceso de transparencia. 

-Usted apunta a las seccional y su presunta independencia. ¿Qué pasa en otras ciudades?

-Bahía Blanca tiene distintos rumores y en Neuquén hay un delegado normalizador. No hay inconvenientes. Estamos en proceso de reordenamiento y reafiliación. Hubo revueltas muy violentas, pero queremos que la Justicia investigue. No es posible que haya gente portando armas y que la Justicia no actúe. 

-La corrupción en la obra pública involucra a los empresarios de la Cámara de la Construcción. ¿Qué pasa con esa parte de los actores de un tema delicado?

-Tienen que ir a fondo con eso. Esto es permanente. Cada obra, mega obra, pasa. Me acuerdo de que ya Menem decía que Yacyretá era el monumento a la corrupción y Kirchner también. Hay que  buscar cómo mejorar la calidad del control. En Brasil hay muchos empresarios de la construcción condenados y presos, como los presidentes de Camargo Correa y Odebrecht. No es un tema menor y hay que ir por ese camino.