Jesús “Chito” Martínez, dirigente del SITRABI, destacó que, pese a las dificultades, el resultado representa un gran avance tanto en materia económica como en beneficios sociales.

“La negociación nos llevó más de un año, algo que nunca nos había pasado. En esta ocasión, el punto más conflictivo fue la cláusula de vivienda para los trabajadores y sus familias”, explicó Martínez.

Según el dirigente, la empresa pretendía modificar este beneficio, pero el sindicato se mantuvo firme.

“Nos plantamos y logramos conservar la vivienda con todos los servicios −agua, electricidad, etcétera−, lo que nos convierte en uno de los pocos sindicatos que aún mantienen este derecho”, afirmó.

En materia salarial, el nuevo convenio incluye un aumento superior al fijado por el gobierno, otra importante victoria para la organización sindical.

Además, se preservaron las cláusulas sociales ya conquistadas y se obtuvieron nuevos avances en equidad de género, como la ampliación de la licencia por maternidad y el derecho de las trabajadoras a llevar a sus hijos al médico sin perder el jornal.

Otro de los logros es la mejora en las condiciones laborales en las plantas de empaque, donde se instalará un sistema de ventilación que aliviará las altas temperaturas.

Martínez subrayó también el papel decisivo de la Rel UITA en el éxito de la negociación.

“Las reiteradas visitas de Gerardo Iglesias, secretario regional de la UITA, como la participación de David Morales, fueron clave para abrir el camino hacia el acuerdo que firmamos recientemente”, señaló.

“La militancia de la UITA no solo se siente en Guatemala, sino en toda la región, y nosotros sentimos ese respaldo. Agradecemos a Gerardo y a la Secretaría Regional por su solidaridad y por sus gestiones ante Bandegua y la ministra de Trabajo (Miriam Roquel) que resultaron fundamentales para alcanzar este logro”, concluyó Martínez.