Hernán Doval: «El proyecto de la paritaria nacional municipal lo venimos trabajando con Wado de Pedro y Sergio Massa, pero Olmos nunca nos recibió»

Hernán Doval: «El proyecto de la paritaria nacional municipal lo venimos trabajando con Wado de Pedro y Sergio Massa, pero Olmos nunca nos recibió»

 La batalla interna del Frente de Todos, capítulo sumas fijas, continúa sin treguas al calor de la inflación. Y en la misma, el ala del gobierno que se opone a ese pago extraordinario, subió al ring a los trabajadores municipales bonaerenses como «los más rezagados salarialmente».

 La batalla interna del Frente de Todos, capítulo sumas fijas, continúa sin treguas al calor de la inflación. Y en la misma, el ala del gobierno que se opone a ese pago extraordinario, subió al ring a los trabajadores municipales bonaerenses como «los más rezagados salarialmente». Sin ocultar su sorpresa por dicho episodio de esta semana, Hernán Doval titular de la Confederación de Trabajadores Municipales de la República Argentina (CTMRA) y secretario político de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (Fesimubo) fijó más que postura al respecto. Además deja definiciones respecto del Estado Presente y de lo que viene: «El kichnerismo hoy es la conducción del peronismo».

El «había una vez» nos lleva a contar la historia de un abuelo anarquista y delegado sindical, nacido en Lincoln, integrante del gremio de Alimentación. El cual tuvo la oportunidad de recibir a Juan Domingo Perón, quién todavía no era presidente y realizó una visita a la fábrica donde él trabajaba. Un abuelo que, siendo hincha de Racing, acompañaba a su nieto a los partidos que jugaba Independiente con Ricardo Enrique Bochini como «10», para que el pibe disfrutara su pasión roja. Ese nieto hoy tiene 47 años, se llama Hernán Doval y su tarjeta de presentación lo remite como titular del Sindicato de Trabajadores Municipales de Avellaneda y la Confederación de Trabajadores Municipales de la República Argentina, secretario político de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (Fesimubo), Diputado Provincial del Frente para la Victoria, mandato cumplido y Licenciado en Ciencias Políticas (UBA).

En cuanto a regresar a las arenas de la ciencia del poder comenta: «Nunca me fui de la política uno desarrolla esta actividad desde diferentes lugares, no hace falta integrar una lista. Ya lo dijo Perón, ningún hombre puede realizarse en un país que no se realiza». Y en cuanto a hombres, realización y destinos comenta además que sus tres hijos son de tres relaciones diferentes y que mantiene una buena relación con esas mujeres. Dos varones jóvenes y una beba de 2 años que llegó del vínculo con su actual compañera, luego de 13 años de estar juntos.

Lector a todo lo que trascienda en política, pero también subyugado por las series y películas sobre el tema que ofrecen las plataformas hoy en día, remite con brevedad a un cable a tierra musical: «¿Hay algo más después de los Redondos?». Punto de inicio para la conversación propiamente dicha con InfoGremiales, sobre la letra de «Jijiji». Su reciente asunción en la CTMRA y no distante titularidad de los Trabajadores Municipales de Avellaneda hacen a preguntarle entonces si lo soñó:

-No sé si lo soñé, pero arranqué en este sindicato a los 20 años y es verdad me toca la responsabilidad de ocupar el lugar más alto de la estructura de los trabajadores y trabajadoras municipales de la Argentina, donde llego porque los compañeros/as me han honrado. Sin contar con el desafío que tenemos por delante, para mi fue un momento emocionante asumir. Que dirigentes que admiré y admiro, me propongan y expresen el cariño de la manera que lo hicieron conmueve. Desde Rubén «Cholo» García, el mejor dirigente que tuvimos los municipales, Rubén «Gringo» Daniele de Córdoba un dirigente histórico y de lujo, Antonio Ratner de Rosario, Pedro Serrudo de Salta, Jorge «Coqui» Zarza de Formosa, Marito Barberán de Entre Ríos, por citar a algunos, todos ellos con una gran trayectoria y coherencia me brindaron una caricia al alma.

«Cuando hablás con los empresarios son conscientes de que durante la pandemia, sin el Estado Presente que hubo, muchos hubiesen quebrado. Y no descubro nada si digo que otros tantos reclaman un Estado Presente sólo cuando lo necesitan, pero no quieren liquidar los impuestos»

Hernán Doval

-Por la vía ricotera toda paritaria es política. ¿Todo trabajador/a municipal también?

-No necesariamente. En las diferentes municipalidades los y las trabajadoras ingresan por la política, pero son trabajadores. Que no te quepa la menor duda. Porque luego de ese ingreso las gestiones políticas pueden cambiar, de hecho sucede, y los compañeros y compañeras siguen trabajando. Como tales entonces merecemos estar en las mismas condiciones que tienen el resto de los trabajadores registrados del país. Y ése fue el planteo que hicimos en la Provincia de Buenos Aires cuando impulsamos la ley de Paritarias Municipales.

-Fue con usted como diputado del Frente para la Victoria.

-Si, y fijate que no sólo logramos ese cometido de las paritarias sino que además también institucionalizamos y profesionalizamos la carrera municipal. Tengamos en cuenta que somos los que primero tenemos contacto con los ciudadanos, lo decimos siempre, cuando nace una persona eso en muchos casos sucede en maternidades u hospitales municipales. Luego asisten a jardines o guarderías, y en todos esos ámbitos el personal es municipal. Como cuando por razones de salud llegan a alguna salita barrial los atienden compañeros y compañeras, las calles de una ciudad son arregladas por municipales, que a su vez también levantan la basura. Y cumplido el ciclo de vida, cuando te vas de este mundo, hay trabajadores y trabajadoras municipales en los cementerios. ¿No te parece que la labor de los municipales es trascendente? Y si algo faltaba para certificarlo en máxima expresión sucedió la pandemia.

-De la cual no salimos mejores, como sociedad, dicho sea de paso.

-Pero hay enseñanzas que nos dejó la pandemia que son fundamentales. Dos de ellas sobre todo, la primera: se puede vivir sin endeudarnos para comprar cosas que, llegado el caso, no te hacen falta. Y la segunda es que los trabajadores y trabajadoras más esenciales para que la sociedad funcione, son los que están con los peores salarios, y que a su vez la sociedad peor reconoce. Porque tenemos que considerar que con el “home office”, muchos trabajadores de las empresas privadas pudieron desempeñarse desde sus hogares. Ahora la cosa pudo salir adelante porque además había trabajadores de la salud, trabajadores municipales que levantaban la basura todos los días, ordenaban el tránsito, certificando que circularan quienes eran verdaderamente esenciales, los que seguían trabajando en los cementerios y más. Ese rol de esenciales está a la vista de todos en los momentos críticos. Y seguimos teniendo salarios que no se condicen con ser esenciales.

-¿Si esa situación no se modificó con la crisis Covid no va cambiar jamás?

-Los municipales tenemos que ser conscientes de que hay un trabajo por delante. Porque tenemos un país que va a tener muchísimas posibilidades a futuro y no me refiero a que pasen 50 años, te hablo de acá a 3 años. Es lo que está disputando en este momento en la Argentina, que de acá a 3 años habrá un país que estará nadando en la riqueza. Y no te hablo de ciencia ficción, me refiero al litio, a la generación de energía, a los yacimientos de Vaca Muerta y más. Bueno, si todo lo que se puede generar desde allí lo utilizamos para una sociedad más justa y equitativa, con los trabajadores viviendo bien, bienestar social, una alternativa ascendente, entonces la mejoría es a corto plazo y es el país que nosotros queremos construir. Ahora, si se la vuelven a llevar o fugar los mismos poderes económicos de siempre, bueno para muestra te alcanza con un botón y eso pasó hace poco tiempo. Porque el Gobierno de Cambiemos se endeudó a granel con el FMI, por una cantidad de plata que la gente ni siquiera la vio pasar. Por eso te digo que cuando todas esas riquezas estén sobre la mesa, lo que tenemos que hace es una redistribución de las mismas, para que este país esté mejor y viva mejor.

El presidente Alberto Fernández, en la Asamblea Legislativa, recorrió esos ejes del futuro a breve plazo y con el rol del Estado Presente. Ahora, minutos después del mensaje presidencial hay un gigantesco apagón, generado al parecer, por las empresas de energía privatizadas en los 90′. ¿Hay tiempo para dar el debate sobre el Estado Presente, de acá a las elecciones?

-Es uno de los grandes debates, que incluye a la oposición planteando la falacia de un Estado  Ausente. Porque cuando vos hablás con los empresarios son conscientes que durante la pandemia, sin el Estado Presente que hubo, muchas hubiesen quebrado. Y no descubro nada si digo que hay muchos que reclaman un Estado Presente sólo cuando lo necesitan, pero después no quieren liquidar los impuestos. Y es sencilla la ecuación, para el Estado Presente tenemos que pagar impuestos. Entonces, reclaman un Estado eficiente, ¿sin recursos, sin querer financiarlo? No es así. La gran discusión, el debate central es la construcción de un país más justo y equitativo, y en ese punto el rol del Estado es fundamental, porque lo necesitamos para cumplir el objetivo. Lo cual es todo lo contrario a un Estado que fugue plata al exterior, cuya razón de ser sea privilegiar el sistema financiero. El Estado al que me refiero, lo tuvimos ¿eh? Cuando me plantean este tipo de discusiones agarro una birome y un papel. Y empiezo, ¿Cuánto estaba el dólar en 2015? ¿Cuál era el Indice de Desocupación? ¿Cuánto debíamos en ese año? Y también apunto, ¿Cómo estamos ahora? ¿Cuánto debemos? ¿Cuál es el nivel de inflación? Y etc. No hay que olvidarse del escándalo que hacían en el Congreso de la Nación por el 20% anual de inflación. Con lo que pasó después, bueno, yo quiero volver a 2015.

-El 31 de diciembre de 2022 hubo quienes enviaron saludos de fin de año, escribiendo: «No te pido un Feliz Año Nuevo, te pido nada más que volver a 2015».

-Claro. Hay que recuperar esa realidad, donde las y los trabajadores sentían que el Estado los beneficiaba, porque se cumplía una misión fundamental: atender a los que menos tienen. Había trabajadores que estaban viendo cómo cambiar su autito, cómo sacar el plan de un 0Km etc, etc. ¿Y sabés qué? Eso es el peronismo, es la esperanza de que se puede vivir mejor.

«Para el liberalismo el exitoso es el que gana plata y en realidad el éxito pasa por otro lado. Un ejemplo: el descubrir la cura para una enfermedad, lo cual no necesariamente te va a generar riqueza»

-¿El peronismo incluido el kirchnerismo?

-Obvio.

-Hay quienes incluso dentro del PJ no lo consideran al kirchnerismo como parte.

-Hay distintas formas de peronismo, a mí el que me enseñaron es el de Juan Domingo Perón, el de Néstor Kirchner, el cual me llegó siendo en aquellos años un desencantado de la política, como gran parte de mi generación. Los que incluso estuvimos en las calles el 20 de diciembre de 2001. Gente de esa generación que se iba a 500 kilómetros de su domicilio para no votar, descreídos totalmente de la política. Bueno, Néstor nos devolvió el enamoramiento con la política.

-Aún así la discusión interna del peronismo sobre si el kirchnerismo lo integra, es una ventaja que capitaliza la derecha.

-Para mí esa no es una discusión.

-Pero existe.

-El peronismo es un gran partido, un gran movimiento, integrado por diferentes sectores y siempre hay un sector que tiene la hegemonía. Que hace a las ideas y a la conducción, digamos, no reconocer que en esta etapa histórica el kirchnerismo tiene las ideas y la hegemonía que hacen a la conducción, bueno, habrá quien lo piensa. Pero el kichnerismo hoy es la conducción del peronismo.

-¿Esperaba usted otra reacción del peronismo ante el atentado contra Cristina?

-No sé si del peronismo, pero sí me parece que la conformación de poder de nuestro país, que tiene que ver con lo mediático, lo judicial y con todos los problemas que nosotros conocemos, lo que intentó hacer es bajarle los decibeles a eso, que no aparezca, que no se comente, que cuando menos salga mejor. Porque ojo, tampoco pueden tapar el sol con las manos. El atentado fue y es un hecho mucho más grave que la repercusión que se le está dando. Y en eso hay intencionalidad. Existe un gran interés, en determinados grupos específicos, que no se conozca cuál es la arquitectura fina sobre cómo se armó y se programó el atentado contra Cristina. ¿Mirá que hay que ir a la casa de la Vicepresidenta con la intención de pegarle un tiro, eh? Es un tema gravísimo. Una cuestión que desde que sucedió hasta hoy debería haber sido tapa de los diarios y tema de los medios hasta que se esclarezca. A Cristina la quisieron matar mientras ejerce el cargo de Vicepresidenta de la Nación.

-A pesar de todo, Cristina 2023, candidata a presidenta?

-Yo creo que sí, es la mejor candidata y no tengo dudas. Pero está en su decisión, lo que sí nosotros tenemos que garantizar es que la que conduce es Cristina. Tenemos que tener, primero, una proyección electoral que nos permita ganar las elecciones, y esto lo tiene que conducir Cristina. Es la única capacitada y ya lo demostró en el terreno de los hechos, con una gestión de gobierno con los objetivos que establece el peronismo. Basta con remitirse al final de 2015. Si el peronismo no logra recuperar eso, no es peronismo, está muy claro. Y por eso Cristina es la única para definir una estrategia, ya sea como candidata o no.

-Usted destaca que es el primer integrante de una familia obrera, que se recibió en una carrera universitaria, Ciencias Políticas. ¿Le suele pasar de preguntarse para qué estudió eso?

-(Risas)

«Tenemos que tener, primero, una proyección electoral que nos permita ganar las elecciones, y esto lo tiene que conducir Cristina»

-¿Le pasó o no?

-(Sonriendo) Fue trabajoso, digámoslo así. Porque en varios momentos abandonaba la carrera y luego retomaba. Abandoné en 2001, después uno estaba todo el día militando y más. Y te vas a reír vos ahora, porque las últimas 6 materias de la carrera las aprobé ya siendo diputado provincial. Me ayudó mucho incluso que mudaron a Ciencias Sociales de la UBA al barrio porteño de Constitución y me quedaba a un paso de Avellaneda. Entonces cursaba temprano y luego me iba a la Cámara de Diputados en La Plata. En cuanto a tu pregunta puntual, nunca llegué a cuestionarme para qué estudié Ciencias Políticas, porque en realidad tuve la suerte de estudiar lo que me gusta. Incluso de no haber terminado la carrera, iba a leer muchísimo sobre el tema porque me iba a nutrir muchísimo eso. Y cuando me tocó rendir las últimas materias lo hice pensando en mis hijos, porque ellos, años después, iban a terminar la escuela secundaria. Y quería obligarlos a ir a la facultad pero hacerlo con la altura moral necesaria. Decirles: ‘Vos también vas a estudiar, porque tu papá terminó de hacerlo ya siendo una persona grande’.

-Usted sugiere el tema familia entonces, ¿nos quiere contar cómo se compone la suya?

-Tengo 3 hijos, dos varones grandes, el mayor tiene 23 años, estudia abogacía y trabaja en el equipo de Legales de las Abuelas de Plaza de Mayo, el otro varón terminó ahora el Secundario y tengo una nena chiquita de 2 años. La benjamina de familia, en una secuencia de muchos varones, mis hermanos son varones, tienen hijos varones y mis primos igual. Cuando ya teníamos decidido armar un equipo de fútbol masculino y familiar, llegó la chiquita. ¿Sabés lo que va a ser esta piba, no? (Risas). Con mi actual pareja hace 15 años que estamos juntos, una gran compañera, trabajadora social que se desempeña en un Juzgado de Familia. Y con ella llegó la nena, luego de varios años de estar juntos, una nena que es la mimada de todos, incluyendo a sus hermanos.

-Una familia donde se habla de política.

-Si, claro. Pero nunca quise trasladarle mi ideología a mis hijos.

-Léase, resistió esa tentación.

-Que ellos sepan lo que pienso, sí. Que pueda compartir cosas con ellos e incluso discutirlas, también. Pero que recorran su camino, que saquen sus propias conclusiones. Ahora en lo que sí considero que los hijos deben seguir a los padres, obligatoriamente, es en cuanto a clubes de fútbol.

-No muy democrático, pero asumo que también hice lo que usted plantea.

-(Risas compartidas) Claro, porque están los que quieren hacer de otro cuadro a tus hijos. ¡Qué boludos que son! Porque así intentan sacarles, a esos padres y a esos hijos, que puedan vivir un montón de cosas juntos. Te doy mi ejemplo, con el segundo de mis hijos, cuando Independiente jugó la final de la Copa Sudamericana en el Maracaná (2017 ante Flamengo de Brasil), me dije: ‘Rompo el chanchito y nos vamos a verlo’. Pensé, hace 20 años que no jugamos una final y andá a saber cuándo nos toca otra ocasión como esta. Y conste que voy a ver a Independiente cada vez que juega por ese hijo que te digo, porque más de una vez cuando hace frío o estoy cansado me quedaría en mi casa. Pero el pibe insiste para que vayamos todos los partidos a la cancha. Y compartir eso con un hijo es tremendo. Por eso cuando aparece alguien que te quiere quitar ese vínculo, no, no. No puede ser.

-Honor a su abuelo también que siendo de Racing, lo acompañaba a ver a Independiente.

-Si, era alguien, viste esas personas a los que todos lo quieren, bueno él era así. Y me llevaba a la cancha, feliz porque yo era feliz. Aunque él fuera de Racing.

-Una etapa lejana porque el odio también llegó al fútbol. ¿Aspira a que vuelvan aquellos tiempos como el que compartió con su abuelo, sin odios aunque haya rivales?

-Por supuesto que sí.

«Los municipales fuimos esenciales durante la pandemia, en las unidades sanitarias, recolectando residuos, ordenando el tránsito de acuerdo a las normativas de la emergencia por el Covid, acercando alimentos a las familias con mayor vulnerabilidad y hasta enterrando a nuestros muertos»

-Y cuando hoy ve que la derecha, odio incluido, seduce a trabajadores y pobres, ¿Qué piensa?

-En parte es lo que hablamos antes, que tenemos que plantearnos qué tipo de país queremos, porque acá van a vivir y viven nuestros hijos. Y ese ejemplo de mi abuelo también define por qué soy peronista, y lo soy porque quiero ser una persona feliz y que los demás también lo sean.

-Aplica la «cláusula Leonardo Favio», ser peronista porque la felicidad debe ser colectiva.

-Claro, estamos hablando de cuestiones indispensables, la alegría, la felicidad, la solidaridad. Decía Aristóteles: ‘El objetivo del Estado es el bien común, que consiste en lograr el equilibrio entre los intereses individuales y los intereses de la comunidad en general’. Aristóteles consideraba que la felicidad era el fin último de la vida humana. Si bien el Estado es una herramienta que para un montón de cosas tiene que ser científica, para la administración de recursos, la aplicación de políticas prácticas, y mucho más, eso no quita que el Estado tiene que tener una cuestión metafísica. La cual es la garantía para lograr la felicidad en una comunidad y eso, con odio, no se puede construir. No hay chance de construir una sociedad generando odio, a cada minuto, para que cizañas mediantes, éste odie al otro, y el otro a su vez a otro y así sucesivamente.

-Sobre principios del bien común y la normativas, los dirigentes del Sindicato de Aceiteros trazan su negociación paritaria desde 2003 a la fecha, saludable por cierto. En base al verdadero concepto de Salario Mínimo Vital y Móvil como también a la Constitución Nacional, entre otras normas. No desde la meritocracia, sino abarcando lo colectivo.

-Ojo, yo creo en el mérito, no lo desmerezco ni pretendo una sociedad donde no haya méritos. Ahora en el liberalismo, ¿Cuál es el patrón que te marcan para el mérito? Porque ahí está el tema. Y para el liberalismo el exitoso es el que gana plata. Y en realidad el éxito pasa por otro lado, ejemplo, el descubrir la cura para una enfermedad. Lo cual no necesariamente te va a generar riqueza. Y ahí hay un realce, el mérito de haber contribuido para que tu sociedad viva mejor.

-Una vez Alejandro Dolina nos invitó a reflexionar sobre la crítica sencilla, automática y liviana a dirigentes políticos y sindicales. Incluso arriesgando que muchos de ellos se dedican a la política, gremios y lo colectivo pudiendo ser más prósperos en la actividad privada.

-Lo suscribo totalmente no tengas dudas, porque además si lo dijo Dolina es como el Evangelio.

-Desde Dolina Angel Gris, usted con su carrera en Ciencias Políticas y el fútbol coronando todo: juguemos a armar un medicampo: ¿Hegel, Kant y Maquiavelo van en su equipo?

-Si, de una. (risas)

-¿Y para sumar un cuarto volante?

-Marx.

-Va a estar complicado manejar ese vestuario…

-Lo tendría que manejar Maquiavelo, que no te queden dudas. Pensándolo bien, lo pongo a manejar el vestuario, no en la cancha. Sería algo así como el Ariel Holan (ex DT de Independiente) de ese equipo. Porque para armar estrategias quién mejor que Maquiavelo y por ahí sumaría a Friedrich Nietzsche en la cancha. Al final nos queda un mediocampo buenísimo con un gran estratega.

-¿Jugadores argentinos para ese equipo?

-(Silencio y reflexión) Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz, Rodolfo Kusch, entre otros. Y con la tónica de lo que dijo Maquiavelo en algún momento sobre acercar las ideas al pueblo, algo que también proponía Jauretche.

-Un profesor universitario nos decía hace años que no suele destacarse que Maquiavelo aspiraba a eso y a lograr la unidad de Italia.

-Italia estaba desmembrada por el Vaticano, y Maquiavelo termina escribiendo El Príncipe, que en realidad vendría a ser un capítulo de otro libro: Los discursos de Tito Livio. Allí es donde Maquiavelo se declara totalmente republicano. Al escribir El Príncipe apunta a enseñarles a los príncipes a ejercer el poder, cosa que éstos ya sabían. Pero Maquiavelo lo que hace es observar cómo lo ejercían y al publicar ese libro, hablamos de un tiempo donde sólo se publicaban libros en latín, Maquiavelo lo publica en italiano vulgar…

-Casi que llegamos a definir que Maquiavelo sería hincha del Nápoli y no de la Juventus.

-Preguntale a los Médici por qué no lo querían.

-Volvamos al presente argentino, en medio de la grieta del Frente de Todos versión 2022 y en el capítulo salarial, el debate incluyó al Presidente, a la CGT etc, sobre el pago de sumas fijas o sólo paritarias. Una disputa que terminó en que la debilidad de los salarios está en la órbita de los municipales. ¿Qué sintió en ese momento, dolor, bronca o impotencia?

-No me dolió, y creo que hasta colaboró en parte, porque los y las municipales necesitamos poner sobre la mesa cuáles son nuestros problemas. Y si bien que ellos lo expresen públicamente no determina una solución, sí están poniendo el problema sobre la mesa.

-Ahora, ¿lo sorprendió el hecho de que se asumiera esta fragilidad salarial desde el Gobierno?

-Si, me sorprendió. Insisto, nosotros necesitamos a ese problema y otros, arriba de la mesa para buscarle la solución a la cosa. El proyecto que nosotros vamos a llevar adelante, y que fue debatido por los miembros orgánicos de nuestra confederación, es ir por una paritaria nacional para los y las trabajadoras municipales. Proyecto que incluye una ley de financiamiento para los municipios. Tal cual la tienen los docentes hoy, y esto hace a una cuestión federal en un país que es federal, donde un Gobierno Nacional auxilia a quien deba hacerlo en todo el país.

«No solo se trata de la cuestión salarial de los municipales bonaerenses, la ministra de Trabajo debería saber que en Jujuy, Corrientes y otras provincias los trabajadores municipales perciben sueldos de miseria»

-¿En esos términos la Ciudad de Buenos Aires sería un municipio más?

-A esta altura la Ciudad de Buenos Aires más que un municipio sería una provincia, con lo cual aparece digamos un gris. Porque los trabajadores de la CABA vendrían a ser como los trabajadores de la Provincia de Buenos Aires, para dar un ejemplo. Lo que sí yo les pido a todos los compañeros de los medios es que nos ayuden a difundir la cuestión paritaria nacional para los municipios. Te repito, una paritaria nacional con ley de financiamiento. Porque hay municipios muy pobres en la Argentina, y el Estado tiene que garantizar que los y las municipales cobren salarios que les brinden garantía para subsistir, algo que nunca está demás remarcar e incluye entre otras necesidades, la alimentación, mandar a sus hijos a la escuela y más. También hay municipios que están bien, y todos van a tener que acatar lo que marque la paritaria nacional que llegará. Y para aquellos que no lleguen a sostener esos salarios estará la ley de financimiento, con un fondo compensatorio que los auxilie.

-¿Es optimista al respecto?

-Siempre, cuando siendo diputado de la Provincia de Buenos Aires sacamos la ley de paritarias municipales muchos me decían, ‘mirá que sacás esta ley y no te van a querer renovar nunca más la banca, no te van a poner en otra lista’. Entré a los 20 años al gremio municipal, fui el primer presidente de la Juventud Sindical de los Municipales y nosotros planteábamos, en el primer congreso realizado, la ley de paritarias y derogación de la 11.757 (Estatuto para el Personal de las Municipalidades de la Provincia de Buenos Aires). No es cosa de borrar con el codo lo que uno firmó con la mano. Creo que cumplí y el objetivo es siempre tener un país más equitativo y más justo, por ahí van todas nuestras acciones.

-Finalizado el Consejo del Salario, la ministra de Trabajo Kelly Olmos le dijo a su par de Interior Wado De Pedro, quién reclamó sumas fijas, además de las paritarias para sostener los salarios bajo inflación, que los sueldos con mayor retraso están en los municipales bonaerenses. «Ahí tienen que intervenir» , dijo. Un misil en la grieta del Frente de Todos.

-La ministra Olmos, más allá de arrojar estos fardos a los trabajadores y trabajadoras municipales, que ya bastante la venimos sufriendo, debería considerar que pese a todo venimos trabajando este proyecto de la paritaria nacional con el financiamiento explicado, desde el Estado Nacional. Y hay que repetir entonces que los municipales fuimos esenciales durante la pandemia desde acercar alimentos a las familias con mayor vulnerabilidad y hasta enterrando a nuestros muertos. Nosotros pedimos que nos sostengan como lo hacen con los compañeros y compañeras de la educación, de todo el país. Y este proyecto de paritaria municipal nacional lo venimos trabajando con el ministro del Interior Wado de Pedro y con el ministro de Economía Sergio Massa. No pudimos trabajarlo con la ministra Kelly Olmos porque simplemente nunca nos pudimos reunir con ella, pese a haberle solicitado ese encuentro, ni siquiera tuvimos una contestación. Nuestra intención es muy simple, explicarle este proyecto, y aclaro que no solo se trata de la cuestión salarial de los municipales bonaerenses, la ministra de Trabajo debería saber que en provincias como Jujuy, Corrientes y otras los trabajadores municipales perciben sueldos de miseria. Incluso, más bajos que los que se perciben en la Provincia de Buenos Aires.

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