José Voytenco logró el milagro que la Argentina busca hace años, pero en contra suyo: Unificó al Gobierno, la oposición, la patronal y la CGT. En su corta y traumática gestión como número uno de la Uatre, el sucesor del fallecido Ramón Ayala fue acumulando agravios a todos los que lo ayudaron a llegar a la Secretaría General del gremio.

Su acercamiento a Pablo Moyano y Luis Barrionuevo logró enajenarle el apoyó del gobierno y el kirchnerismo, al mismo tiempo que puso en alerta a los gordos de la CGT que se preparan para elegir una nueva conducción y tienen muy claro que el gremio de trabajadores rurales es uno de los que más delegados aporta al Confederal que definirá el próximo Consejo Directivo de la central obrera.

Tampoco cayó muy bien en el oficialismo su actividad permanente con el denunciante Gustavo Vera.

Pero no fue la única relación que dinamitó. También logró comprarse el enojo persistente de Sergio Massa que no le perdona que haya intentado desplazar de la obra social del gremio a Pablo Ansaloni, un diputado nacional que fue clave para acercarle al tigrense el bloque de los "ramones", rueda de auxilio clave para conseguir quórum y aprobar los proyectos neurálgicos para el Gobierno.

Lo más grave es que Voytenco enojó a Massa y encima fracasó, porque la semana que pasó la justicia repuso a Ansaloni al frente de la obra social del gremio.

No lo ayudaron tampoco a ganar amigos que deslizara en más de una ocasión que en la Uatre "no se hizo nada" durante las gestiones del Momo Venegas y Ramón Ayala para "terminar con el trabajo esclavo".

Esas declaraciones terminaron de volcar a la mitad de la comisión directiva en su contra. De diez integrantes cinco lo enfrentan. Y se trata de cinco dirigentes muy importantes para un gremio rural: representan a Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Entre Ríos, zona núcleo de la producción agropecuaria.

Con el Consejo Directivo paralizado en un empate eterno, Voytenko no tuvo mejor idea que apelar a un consejo asesor creado por Venegas para intentar un bypass al órgano natural de conducción del gremio y disponer además la expulsión de los delegados Castro y Davalos.

Como era previsible los afectados en sus derechos sindicales recurrieron la medida ante el Ministerio de Trabajo y la Justicia y en ambas instancias obtuvieron un respaldo pleno (ver resoluciones adjuntas). De hecho, este lunes la justicia ordenó a Voytenko dejar sin efecto la decisión del consejo consultivo y reponer a los directivos expulsados.