Melo, sobre el acuerdo alcanzado por la conducción nacional de la UOM: “Es como darle un caldito a un enfermo”

Melo, sobre el acuerdo alcanzado por la conducción nacional de la UOM: “Es como darle un caldito a un enfermo”

En diálogo con Gestión Sindical, el líder de la seccional La Matanza del gremio metalúrgico fue claro sobre el acuerdo y lo que viene: “Esto no es para felicitar a nadie, pero nosotros tampoco nos opusimos porque es una ayuda importante para llegar hasta fin de año al menos un poco mejor. Y esperemos que en diciembre se logre un acuerdo por porcentaje, que es lo que realmente hace falta”.

Por Claudio Garibotto

“Esto es como darle un caldito a un enfermo. La verdad es que no es la solución definitiva, por supuesto. Pero es cierto que es un alivio y algo muy necesario para los compañeros que la están pasando muy mal”, así se expresó Hugo Melo, secretario general de la poderosa seccional La Matanza de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), en diálogo con Gestión Sindical respecto al acuerdo que cerró el gremio encabezado por Antonio Caló. Tras duras negociaciones, la UOM recurrió a la fórmula de la suma no remunerativa para destrabar el conflicto, y acordó un pago extra de 30.000 pesos en cuotas desde agosto hasta diciembre, mes en el que se volverán a retomar las negociaciones paritarias.

Melo fue claro al remarcar que “esto no es para felicitar a nadie, pero nosotros tampoco nos opusimos porque es una ayuda importante para llegar hasta fin de año al menos un poco mejor. Y esperemos que en diciembre se logre un acuerdo por porcentaje, que es lo que realmente hace falta”. Además, el secretario general opinó que “la realidad es que hay muchas fábricas con problemas, que están funcionado al 20 o al 30 por ciento nada más. Y no es un problema de los empresarios, sino de la situación que se está viviendo por la pandemia”. Y agregó que “en nuestro sector se agrava todo, porque tenemos sueldos muy bajos desde hace tiempo. Algunos trabajadores cobren alrededor de 28.000 de bolsillo nada más”.

El acuerdo salarial del sector había vencido el 31 de marzo. Las negociaciones se habían postergado demasiado y parecía que no había posibilidades de encontrar una solución. Desde la UOM, al principio, habían analizado la posibilidad de intentar cerrar un porcentaje de aumento. Pero finalmente optaron por la vía del bono para intentar llegar a un acuerdo que apagara un conflicto que iba creciendo cada vez más, y que había producido que desde varias seccionales del gremio se empezaran a escuchar cuestionamientos hacia la conducción nacional, dejando abierta incluso la posibilidad de ir a un paro.

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