Metrodelegados destacaron que se reconozca la presencia de abesto en más trenes comprados a España

El gremio reclama que la flota CAF-6000 sea parte de los planes para retirar el material cancerígeno. Ahora un fallo obliga a SBASE a realizar las tareas.

Los trabajadores del subte destacaron la importancia del fallo de la Justicia, que obliga a la empresa SBASE a retirar asbesto de otra flota de trenes. Esta semana, la firma reconoció la presencia del material cancerígeno en las formaciones CAF-6000, que fueron comparadas al Metro de Madrid y que al poco tiempo se denunció que estaban contaminadas, como otras que ya se comenzaron a desasbestizar.

Pero estos vagones, que cumplen servicios en la Línea B, no habrían sido incluidos en los planes, por lo cual la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro (AGTSyP) inició una causa judicial, para que se reconozca la presencia del material, algo que sucedió recién en estos días por intermedio de una decisión judicial.

Las novedades en la lucha contra la presencia de asbesto de los metrodelegados generaron un nuevo paso adelante, con este reconocimiento de la firma. La misma se dio luego de un nuevo fallo judicial que determinó que le dio la razón al gremio, que obligó a SBASE a admitirlo.

Según la secretaría de Salud Laboral de la AGTSyP, la CAF-6000 es «la séptima flota donde se detecta la presencia de asbesto». Los trenes fueron comprados al Metro de Madrid, y cuando se comenzó con las denuncias la empresa porteña negó que algunas piezas tuvieran este material, como se afirmó en España.

Pero los trabajadores insistieron con sus reclamos, que terminaron en una causa judicial que hoy confirma que las formaciones llegaron con asbesto.

«Venimos exigiendo hace años este reconocimiento, tanto de la empresa como de la Justicia. Por eso venimos trabajando para que se retiren los trenes y vagones peligrosos», sostuvo Francisco Ledesma, secretario de salud Laboral de los metrodelegados.

En diálogo con Gestión Sindical, Ledesma reafirmó que el material fue detectado «cuando se hacían tareas de retiro de asbesto en el taller Rancagua». Allí, los análisis en juntas, arandelas y fusibles dieron positivo para el material cancerígeno, prohibido en el país desde el año 2000.

A partir de eso, la empresa SBASE tuvo que sumar a esta formación a las que forman el plan de retiro. «Tenemos dos fallos, en primera y segunda instancia, que ratifican que decíamos la verdad», festejó Ledesma.

Una larga pelea

La línea B es una de las primeras donde se detectaron los trenes con asbesto, comprados a España en 2013 y que luego de una denuncia periodística en ese país, el tema llegó a la Argentina. Desde un primero momento los metrodelegados afirmaron que era necesario un plan de retiro del material, y en este tiempo tuvieron que lidiar con las negativas de la empresa estatal y la concesionaria del servicio.

Pero la Justicia le dio la razón varias veces al gremio, incluyendo un fallo que prohíbe toco contacto con piezas posiblemente contaminadas, que deben ser retiradas y tratadas de forma especial.

En abril de este año, por ejemplo, la AGTSyP denunció que la empresa realizó tareas de retiro de asbesto en el sistema de ventilación de los talleres Rancagua, donde se detectó la presencia del material en los CAF-6000, sin seguir un protocolo de protección, como determinó la Justicia.

«Esto trajo aparejado la dispersión en el taller, y luego en toda la línea, de ingentes cantidades de asbesto de dicha estructura, violando lo acordado, desconociendo la ley y también el fallo que entre otras mandas a la empresa concesionaria plantea la prohibición de tomar contacto con lugares o elementos con presencia de asbesto», explicaron desde el gremio en su momento.

En los talleres Rancagua se montaron los lugares especiales para realizar las tareas de retiro del asbesto, y los estudios donde se confirma la presencia del material. Además de los CAF- 6000, se realizan tareas de retiro en los CAF-5000 (también comprados al Metro de Madrid) y los Nagoya 5000. Los primeros ya fueron desarmados y preparados para volver al servicio, y los segundos serán reincorporados una vez avanzados los trabajos de desasbestización. En tanto, los CAF-GEE, Nagoya 250/300/1200, Fiat Materfer y Mitsubishi, cuya adquisición data de antes de la prohibición, los dos primeros fueron retirados definitivamente del subte, mientras los dos restantes fueron incluidas en los planes de limpieza.

Compra de nuevos trenes

La presencia de asbesto en los subtes no se limita a los trenes, sino que también hay en estaciones y otras dependencias de la red. Por eso los metrodelegados afirman que es un peligro para pasajeros y trabajadores. Según los registros del gremio, hay 55 empleados con problemas pulmonares por exposición al asbesto confirmados, con tres fallecidos.

Además, 2.700 trabajadores ingresaron al registro de agentes de riesgo para hacerles los estudios año a año, para controlar los posibles problemas de salud. «Seguimos avanzando para para que ingresen más compañeros de otros sectores que también están expuestos al asbesto», adelantó recalcó Ledesma

Para salvar esta realidad, se pide que junto al retiro del material se compren nuevas formaciones. Para eso, la AGTSyP lanzó una campaña para pedir el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y a la nueva empresa Emova que dispongan de los fondos necesarios para la adquisición de trenes cero kilómetro y así reemplazar las flotas con presencia de asbesto.

En la Legislatura se trataron algunos proyectos, y el oficialismo habla desde el 2018 de la compra de 25 trenes, pero hasta el momento son solo promesas.

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