De cara a esa negociación, que suele marcar terreno en cada ronda de disputa salarial anual, Moyano ya mostró los dientes y está dispuesto a ir a fondo en la apuesta de conseguir la mejor marca de los aumentos. Para ello anticipó el tenor de su reclamo a las autoridades de la Fadeeac, su contraparte empresaria en la paritaria: exigirá un incremento de 45% más el pago de un suplemento por única vez de $ 20.000, según adelantaron fuentes de la negociación en charla con El Cronista.

La intención de Moyano y su hijo Pablo, también número dos de Camioneros, es que el acuerdo incluya además un esquema de actualización automática de los aumentos de acuerdo a la evolución de los precios.

Ya en la negociación del año pasado el gremio logró contemplar esa garantía en el entendimiento y selló un incremento que se fue ajustando con el correr al acuerdo, lo que le aseguró a Moyano equiparar el nivel de recomposición con la inflación y evitar la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, como ocurrió en otras actividades.

Además de la negociación de Camioneros, en las próximas semanas se avanzará también con la definición de la paritaria de la industria de la alimentación, donde el gremio reclama una suba inicial de 13,5% y un acuerdo con ajuste trimestral, y la discusión de la paritaria de la UTA, que pidió un incremento anual de 40% con revisiones cada tres meses.