“El panorama es incierto”

“El panorama es incierto”

Eugenia es una joven dirigente de la Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) de la delegación de Calafate, perteneciente a la seccional de Río Gallegos en la Patagonia argentina donde se encuentra el glaciar Perito Moreno. Ella nos cuenta el impacto de la pandemia de Covid-19 en una de las regiones turísticas por excelencia.

-¿Cómo impactó el Covid-19 en Calafate, teniendo en cuenta que la mayoría de los turistas que llegan son extranjeros?

-El golpe ha sido grande. Afortunadamente la temporada previa a la pandemia fue una de las mejores en muchos años, pero considerando que somos una región que vive casi exclusivamente del turismo extranjero, la cuarentena se siente.

-¿Cuántos turistas llegan aproximadamente por temporada?

-Solo en la primera quincena de febrero, el Parque Nacional Los Glaciares recibió 83.000 visitantes.

-¿Cómo está la situación pasados tantos días de cuarentena obligatoria?

-Desde que fue decretada el pasado 20 de marzo, se suspendieron todo los tipos de alojamiento, lo único que tuvimos que adaptarnos fue a la atención de las personas que quedaron varadas.

Hubo varios casos de gente que tuvo que recibir la contención de las autoridades locales y nacionales para poder volver a sus países de origen, y a medida que eso fue sucediendo se fueron cerrando todos los hoteles.

Hoy en día no hay ningún establecimiento hotelero abierto ni agencias de viajes, bares, restaurantes, nada. El panorama es desolador.

Todo esto de la pandemia se dio durante la temporada baja, se estimaba que para el invierno las reservas iban a ser muy buenas, pero nos pasó esto y es la realidad que nos toca.

Ansiada reactivación

En setiembre se supone que se comenzará a reactivar la actividad aunque con restricciones, pero en verdad el panorama es incierto y si no habilitan los vuelos, los turistas por tierra no van a llegan a esta región.

Calafate está a 2 horas 30 minutos de Buenos Aires y la mayoría de los turistas optan por paquetes que incluyen Cataratas, Calafate y Ushuaia y no tiene tiempo para recorrer tantos kilómetros por la ruta, por eso estimamos que si no se habilitan los vuelos, seguiremos en una situación penosa. Cabe informar que los principales turistas vienen de Brasil  ̶  en su gran mayoría  ̶  europeos y también asiáticos.

Estamos todos ansiosos por volver a recibir a la gente, por volver a trabajar. Esta es una localidad acostumbrada a recibir turistas. Salir y ver todo vacío es tristísimo.

-¿Cuántos trabajadores y trabajadoras dependen de esta actividad en Calafate?

-Solo en nuestro rubro HRCT son unos 2.000 pero también están los guías, los choferes, los taxistas, quienes tripulan los catamaranes. No llegamos a ser 30.000 habitantes y todos de una u otra forma vivimos del turismo.

Los sindicatos y la gente

-El sindicato no para…

-Dada la situación lo que venimos priorizando es en dar asistencia al trabajador y a la trabajadora porque con todo el malestar que están viviendo necesitan tener un lugar de referencia donde trasladar sus inquietudes y en este caso sus angustias.

Se sigue manteniendo la asistencia en salud que es primordial y también estamos cumpliendo con este rol de contención que creo que si no estuviéramos sería mucho peor para los trabajadores y sus familias.

-Esto es algo que siempre destaco, no puedo imaginar Argentina sin las organizaciones sindicales y su solidaridad, máxime en momentos de crisis como este…

-Sí y muchas veces los sindicatos tienen mala prensa pero cuando las papas queman, cuando surgen los problemas, los trabajadores y trabajadoras que son los verdaderos protagonistas de estas organizaciones, se apoyan en ella.

Apenas fue decretada la cuarentena los teléfonos no pararon de sonar en el sindicato para saber cómo venía la cosa. La gente sabe que las organizaciones sindicales están, siempre están.

Seguimos trabajando y asesorando, en diálogo permanente con las autoridades preparándonos para el día después. Los trabajadores quieren volver a trabajar no quieren vivir del asistencialismo del estado.

-El tema ahí es que no solo tienen que reabrir los establecimientos sino que tienen que llegar los turistas.

-Exactamente. Solo con la gente de la localidad las empresas no pueden subsistir porque en este momento sobran hospedajes incluso si se reactivara el turismo interno.

Necesitamos que vuelva a activarse el turismo extranjero.

Este año por ejemplo el invierno fue particularmente duro, se registraron temperaturas de -10 grados y todo el lago se congeló, dejándolo apto para el patinaje sobre hielo.

Algunos pocos turistas rezagados que decidieron quedarse hasta que termine la cuarentena son los testigos privilegiados de este maravilloso espectáculo de la naturaleza.

“Queremos volver a trabajar”

-¿Qué expectativas tienes en el corto plazo?

-Esperamos que haya un panorama más claro de cómo se volverá a reactivar las actividades en la región. Cómo van a ir abriendo las empresas paulatinamente para volver de a poco a recibir a los turistas.

Los trabajadores nos estamos preparando para la nueva realidad, con todos los protocolos sanitarios que ella implica. Cada vez más me convenzo que solo trabajando unidos vamos a salir adelante.

-¿Qué sensación es más fría: los -10 o -15 grados reinantes, o ver Calafate vacío?

-Sin dudas ver el Calafate vacío de gente. No hay sensación más triste y oscura que esta.

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