Según explicaron desde los sindicatos, el núcleo del reclamo radica en la falta de avances en las negociaciones del convenio colectivo, la suspensión de incrementos salariales y la sobrecarga laboral por la falta de reemplazos de personal jubilado. 

Para Horacio Correa, delegado gremial con sede en Río Grande, la empresa ya no atraviesa dificultades financieras que justifiquen su postura. “Los usuarios lo padecen por las facturas, que además han escalado, y no hay excusa para postergar nuestros puntos convencionales”, afirmó. 

El plan de acción incluye un paro total de actividades y una manifestación frente a la sede central en la Ciudad de Buenos Aires, así como en todas las unidades de negocio de Camuzzi en el país. 

El conflicto se remonta a varias semanas atrás, cuando los trabajadores comenzaron con asambleas informativas, denunciando que la empresa interrumpió la mesa de negociación y ofreció propuestas que consideran insuficientes. 

De no mediar una convocatoria en los próximos días, el paro del próximo martes promete encender el foco nacional sobre las demandas del personal de Camuzzi ante el ente regulador y la opinión pública.