Luego de una larga trayectoria, la empresa pone en vilo la continuidad de sus más de 500 empleados. La crisis y una innovación tecnológica, entre las razones esgrimidas.
La imponente fabrica Cerámica San Lorenzo, con casi 70 años de trayectoria sobre sus espaldas, no se encuentra exenta de la crisis que azota a todo el sector productivo nacional. En efecto, a pesar de contar con un plantel de 500 empleados y producir hasta 15 millones de metros cuadrados anuales, la inflación, los costos de los servicios y la falta de demanda la llevaron al borde mismo del abismo.
En vistas de ello, anunció a través de los representantes gremiales que presentó un listado para los retiros voluntarios. A pesar del rechazo de los gremios, especialmente de la Federación de Obreros Ceramistas de la República Argentina, la empresa se mostró firme y hasta se habría anticipado que, de no obtener las adhesiones necesarias, se pasaría directamente al despido de parte del personal.
En el comunicado que emitió el sindicato Obrero de la Cerámica de Azul se incluyó la información que, además de la crisis, la empresa habría incorporado modificaciones tecnológicas que eliminaría la necesidad de sostener a todo el plantel de recursos humanos.
De este modo, la histórica Cerámica San Lorenzo se unirá a la larga lista de las empresas y comercios que, azotados por la tormenta de la crisis económica, comienzan a implementar bruscos cambios para evitar la debacle final.
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