"Prácticamente, todo lo que producimos se va en el pago del alquiler y de los servicios"

Desde la Unión de Trabajadores de la Tierra, impulsan un proyecto que llegó por tercera vez al Congreso: piden que pequeños productores puedan tener sus terrenos propios, a través de créditos -como el Procrear-, y contar con mejores condiciones de vida.

Desde octubre, se encuentra en el Congreso un proyecto de ley por el Acceso a la Tierra, impulsado desde la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), y que por tercera vez llega al Legislativo para su análisis. La propuesta busca un impacto fundamental en derechos sociales básicos, y espera la respuesta positiva de diputados y senadores.

"Tierra para producir alimentos sanos que den salud al pueblo", es el pedido básico de la organización, considerando que -en Argentina- sólo el 13% de la tierra está en manos de pequeños productores, que incluso producen más del 60% de alimentos que circulan en el mercado interno. En tanto, el 1% de las explotaciones agrarias controlan el 36% de la tierra cultivada en nuestro país, señalan desde el proyecto.

"Las familias trabajadoras de la tierra alquilamos el lote, donde producimos y vivimos (o sobrevivimos)", dicen desde UTT, y agregan: "Los dueños de las tierras no nos permiten construir viviendas dignas, vivimos en casillas de nylon y madera. En estas condiciones, se producen la mayoría de los alimentos que llegan a las mesas argentinas".

La Unión de Trabajadores de la Tierra es una organización nacional de familias pequeño productoras y campesinas organizadas. "Somos esclavos de un modelo de agrotóxicos y, por eso, vamos aumentando cada día las hectáreas en producción agroecológica, sana para la tierra, para quien produce, para quien consume, y libre de trabajo explotado y de las multinacionales", aseguran, y completan: "Todos somos víctimas de un sistema irracional de comercialización, en el que pierde quien produce y quien consume, habiendo un promedio de un 400% de diferencia entre lo que vos pagás y lo que recibimos nosotros. Por eso, construimos canales directos, locales como la venta de bolsones de verdura, los Almacenes de Ramos Generales, las ferias y los feriazos masivos, para que todos podamos acceder a alimentos a precios justos, y nosotros también podamos venderlo a precio razonable".

Delina Puma, secretaria de Producción de la Unión de Trabajadores de la Tierra, señaló en diálogo con Puntal que “desde que se creó la UTT como organización, nuestra principal lucha es la de poder tener acceso a tierra para poder producir, ya que el 96% de los compañeros que estamos en la agrupación alquilamos, no somos propietarios de donde trabajamos, lo que complica la producción”.

En este sentido, la referente explicó que cada pocos años deben mudarse del campo en el que se encontraban trabajando, empezar de nuevo en otro terreno: “Ponerlo en condiciones para trabajar, hacer los caminos, hacer las instalaciones de luz y agua, todo para estar sólo 4 o 5 años, cuando una familia tiene que volver a hacerlo”, explicó, mientras que señaló que los contratos están sujetos a la suba del dólar y es un gran negocio para las inmobiliarias.

Además, señaló que por contrato ellos no pueden construir nada que se quede en el terreno, “por ejemplo, una casa de material no se puede hacer en un campo, porque al irte te dicen que debés dejarlo limpio como te lo entregaron”, sostuvo Puma.

- Esta realidad también impacta en las condiciones de vida, porque uno no puede proyectarse en una casa de mejores condiciones.

- Sí, son todas construcciones precarias de madera, es así cómo se vive. Es la realidad de miles y miles de familias productoras en todo el país. Yo me encuentro en el cinturón hortícola de La Plata, uno de los más grandes de Argentina, pero en todas las provincias la realidad es la misma. Una familia no se puede quedar mucho tiempo en un lugar, porque cada 6 meses suben los alquileres, y cuando una familia campesina no lo puede pagar, se tiene que ir sí o sí para empezar en otro campo de nuevo.

- En octubre, presentaron el proyecto por última vez, pero no es la primera vez que lo hacen.

- No, es la tercera vez que lo presentamos desde la organización. Este año, hubo un fuerte apoyo por parte del bloque Frente para Todos, y estuvieron en la presentación algunos referentes de ministerios de la Nación, esperando que el año que viene se pueda avanzar con la ley. Para nosotros es muy importante que se pueda acceder a la tierra. La propuesta es que el día que la familia pueda hacerlo, podrá decidir sobre su producción. Desde la organización, tenemos una propuesta de producción agroecológica, y la mayoría de las familias no se anima a hacerla, porque no es dueña de las tierras, tienen miedo a poder decidir si usar agroquímicos o no. Es algo que también condiciona qué producir, y la manera convencional es el monocultivo de tomate, lechuga, morrón, berenjena, por temporada. En la agroecología la propuesta es hacer muchas variedades, entre 15 y 16 por hectárea, pero no ser dueño de la tierra es algo que lo impide.

- ¿De quién viene la principal resistencia al tratamiento de la ley?

- El sueño de cada productor es el de llegar a tener su espacio, pero en Argentina la tierra está vista como un negocio, y acceder a un pedazo es casi soñado. Los costos son muy elevados y dolarizados, mientras que está todo armado para que uno sólo pueda alquilarlos.

- Mucho de lo que ganan con la producción, ¿se va con el alquiler del terreno?

- Sí, gran parte de la ganancia es para cubrir el alquiler y los servicios, como la luz y el riesgo. Otro gasto grande es el de los insumos para producir, porque también está todo dolarizado. Muchas familias abusan del uso de agroquímicos, con tal de poder cosechar y llegar a fin de mes. Son muchos los gastos, así como llega el dinero la casa, se va. Se prioriza siempre el pago del alquiler o los servicios para seguir produciendo.

- ¿Cómo se contempla la posibilidad de acceder a los terrenos en el proyecto de ley?

- Sería con la creación de un fondo fiduciario, que se daría mediante el Banco Nación, en el que se le entregarían créditos blandos para que puedan comprar la tierra. De este modo, una familia que hoy no puede acceder a un crédito, que tienen altísimas tasas, sumado a requisitos imposibles, así podría ir pagando su terreno. Hacíamos los cálculos de lo que se paga cada mes, como alquiler; podría ser fácilmente una cuota del propio terreno. De este modo, como familia, uno podría construirse una casa digna para poder vivir, que esté en buenas condiciones, y así cambiar su calidad de vida y poder decidir mejor sobre su producción.

- ¿Tienen expectativas con que se debata en comisiones el proyecto en 2021?

- Sí, esperamos eso para el año que viene. Este año se presentó muy al cierre del 2020, tenemos bastante apoyo en relación con lo que fueron las otras dos presentaciones, tuvimos que pelear para que se nos vea, y esperamos que se pueda concretar para el año que viene.

Al Congreso

A fines de octubre, la UTT presentó por tercera vez en el Congreso de la Nación la ley de Acceso a la Tierra, con la idea de crear un Procrear Rural para que los pequeños productores puedan acceder a una vivienda digna y a una parcela donde producir alimentos.

Esta ley promueve un desarrollo rural ambiental, social y económicamente sustentable. Ya había sido presentado el proyecto en 2016 y 2018, acompañada por decenas de legisladores, entre ellos muchos funcionarios del actual gobierno como el ministro de Agricultura, Luis Basterra; de Desarrollo Social, Daniel Arroyo; el canciller Felipe Solá, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.

“Según se estima, con un crédito del Banco Nación de 110 millones de dólares, unas 2000 familias podrían acceder a una hectárea propia con infraestructura productiva y vivienda digna. Sólo con un tercio de lo que el Estado argentino le prestó a la empresa privada en quiebra Vicentín (U$S 300 millones), o con un 4% de lo que el fisco recaudó por retenciones entre enero y agosto de 2020 ($ 233.200 millones), se podría dar una salida real a miles de familias productoras y sentar las bases de un nuevo modelo agroalimentario en la Argentina”, aseguran desde la organizacion que tiene presencia en 18 provincias argentinas.

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